Respecto a la repetición del vocablo taqwâ en la aleya en cuestión, existen diversas opiniones entre los exegetas. Algunos lo consideran como una enfatización, puesto que la importancia del asunto de taqwâ (temor, abstinencia), fe y el buen acto, provoca que en forma seria y repetida se acentúe y enfatice este asunto.
Un grupo sostiene que la causa de ello es enfatizar para la necesidad de acercamiento y acompañamiento de estos grados con el temor verdadero, y el que en estos grados no deberá haber ningún propósito irreligioso.
Algunos también sostienen que el propósito del primer “temor” (taqwâ) es evitar beber alcohol después de su prohibición. El propósito del segundo temor es mantenerse firme y consistente, en abandonar la bebida alcohólica. El propósito del tercer temor es abandonar toda desobediencia y realizar buenos actos.
Respecto a la repetición del vocablo taqwâ en la aleya en cuestión, existen diversas opiniones entre los exegetas. Algunos lo consideran como una enfatización, puesto que la importancia del asunto de taqwâ (temor, abstinencia), fe y el buen acto, provoca que en forma seria y repetida se acentúe y enfatice este asunto. Pero otro grupo de los exegetas sostiene que cada una de estas tres frases se refiere a un asunto que en esta oportunidad indicamos algunas opiniones.
1. El propósito de taqwâ que se mencionó por primera vez es ese mismo sentimiento de responsabilidad interno que guía a la persona hacia la investigación y el análisis respecto a la religión, a observar el milagro del Profeta (s.a.w.) e indagar respecto a la verdad, mientras su resultado es la fe y hacer el bien. Explicado de otra manera, mientras no exista dentro del ser humano un grado de taqwâ no reflexionar en investigar y analizar la verdad. Por lo tanto la primera vez que se habló del temor en la aleya que estamos tratando, indica este nivel de taqwâ, y esto no se contradice con el principio de la aleya que dice:
"لَیسَ عَلَى الَّذِینَ آمَنُوا وَ عَمِلُوا الصَّالِحاتِ ..."
“Quienes creen y hacen el bien” puesto que la fe al principio de la aleya es posible que signifique una entrega aparente. Pero la fe que surge después del temor es una fe verdadera.
La segunda vez que se habla del taqwâ indica el temor que influye en el interior del alma del ser humano, y su efecto se vuelve más profundo, siendo su resultado una fe establecida y fija que el acto recto es parte de ésta. Por ello en la segunda frase después de mencionar la fe no habla de hacer el bien, sino que sólo dice: “ثُمَّ اتَّقَوْا وَ آمَنُوا” –“…luego sean temerosos y crean…”, es decir esta fe es tan influyente y fija que no tiene la necesidad de mencionarse el hacer el bien después de ésta. Y en la tercera vez que habla de taqwâ se refiere al temor que llegó a su grado sublime, en tal forma que además de la invitación a la realización de sus obligaciones definitivas, invita también a realizar los actos virtuosos, incluso aquellos actos que no son de los actos obligatorios.
En conclusión cada uno de estos tres taqwâ indica un grado de los sentimientos de obligación y abstinencia; el primer grado, el grado intermedio y el grado final, y cada uno de estos tiene una indicación en la misma aleya, que con su ayuda puede encontrarse el propósito.[1]
2. La causa de que este término fue repetido tres veces y Dios Sublime puso como obligación moral los tres niveles: fe, acto recto y virtuoso, es para enfatizar la necesidad de acercamiento y acompañamiento de estos grados con el temor verdadero, y el que en estos grados no deberá haber ningún propósito irreligioso.
Por lo tanto el propósito de la honorable aleya:
"لَیسَ عَلَى الَّذِینَ آمَنُوا وَ عَمِلُوا الصَّالِحاتِ جُناحٌ فِیما طَعِمُوا ..."
“Quienes creen y hacen el bien no están en pecado por lo que comieron anteriormente…”, significa que para aquellos que creen en Dios y realizan actos buenos, respecto a los actos prohibidos que realizaron antes de tener fe, fueron perdonados con la condición de que la fe y la realización de buenos actos dominen todos los actos de su vida, realicen los actos obligatorios y eviten realizar los prohibidos. Con tales virtudes, si antes de la revelación de la aleya de la “prohibición” y de enterarse de algunas de las prohibiciones, o antes de que hayan entendido su significado, se vieron afectados por una de estas corrupciones que son actos del demonio, su pecado será perdonado es decir Dios Sublime perdonará sus pecados anteriores.[2]
3. El propósito del primer “temor” (taqwâ) es evitar beber alcohol después de su prohibición. El propósito del segundo temor es mantenerse firme y consistente, en abandonar la bebida alcohólica. El propósito del tercer temor es abandonar toda desobediencia y realizar buenos actos.[3]