Dios Sublime, es Sabio Absoluto y todos Sus actos se basan en Su Sabiduría Perfecta. Por lo tanto todo lo existente fue creado en base a la Sabiduría Perfecta Divina, quien les otorgó la mejor forma y el mejor estado digno de éstas.[1] El que Satanás fuese creado de fuego se basa también en la Sabiduría Divina. Satanás es un tipo de jin (genio) que fue creado de fuego y posee un cuerpo delicado. En una clasificación general los cuerpos se dividen en dos formas:
Los cuerpos sucios, que son los cuerpos de criaturas tales como de animales y seres humanos que fueron creados de barro. Y los cuerpos delicados tales como el cuerpo de los genios (jinn) que fueron creados de fuego. Estos dos modelos de cuerpos poseen volumen y peso, pero poseen unas diferencias verdaderas entre sí, que como ejemplo de estas podemos mencionar que Satanás no es visible para el hombre, sino que por su delicadeza cuenta con la posibilidad de poder tomar diversas formas y trasladarse a cualquier lugar que desea. Sin embargo el ser humano es visible para Satanás, y no puede cambiar rápidamente de estado ni de lugar, y su movimiento es gradual.
La filosofía de que el Satanás fue creado de fuego puede encontrarse en los siguientes puntos:
Primero, la prueba de Satanás: El fue creado de fuego y el hombre de barro. Satanás que suponía al fuego superior a la tierra, se sintió superior al hombre siendo esto la causa de su desobediencia a la orden de Dios. Por lo tanto el motivo principal de la filosofía de que Satanás fue creado de fuego, fue una prueba realizada a él para probar si ¿acaso se enorgullecería de su exterior que es de fuego, o siempre se mostraría obediente ante las órdenes Divinas? Tal y como Satanás mencionó en el motivo para no prosternares ante Adán y desobedecer la orden de Dios: «Me has creado de fuego y a él le has creado de barro».[2]
Segundo, la prueba del hombre: Satanás, enemigo declarado del hombre, es una existencia seductora que hace que el hombre se equivoque en sus creencias, lo invita a corromper en sus actos y comportamiento así como a rebelarse ante Dios. El es el origen de las tentaciones, de los engaños y de las trampas, al grado que muestra como real lo falso e irreal. Su método es la astucia, y corrompe al ser humano internamente a través de senderos desconocidos por el hombre. Satanás por el cuerpo delicado que tiene puede influir en el interior de los hombres. Por supuesto su influencia se encuentra en el mal uso de la libertad por parte de los seres humanos. Esto es, los mismos seres humanos dan paso a Satanás en sus almas, de lo contrario, si el hombre se rehúsa, Satanás no puede influir de ninguna manera en él.
Aunque para el ser humano es imposible ver a Satanás, y éste se encuentra oculto a sus vistas, pero deberá tener cuidado y evitar a un enemigo como éste. «¡Oh, hijos de Adán! ¡No permitáis que Satanás os engañe… En verdad, él y los suyos os ven desde donde vosotros no les veis…».[3] Y esta es una prueba al ser humano que se encuentra ante un enemigo como éste.