El levantamiento de ‘Âshûrâ y la historia de Karbala constan de dos páginas: una página blanca y luminosa que es una epopeya y causa de orgullo, y una página oscura y negra que en ella sólo se ven matanzas únicas e incomparables, por ello no hay que considerar imposibles o inaceptables los sucesos y las tragedias del movimiento de Karbala.
Aquello que los panegiristas agregan a las recitaciones son de dos formas: una forma es aquello que en la terminología panegírica llaman “lengua de un estado”, es decir utilizar metáforas o alegorías adecuadas para expresar los sucesos y las tragedias que cuentan con un sanad o documento crediticio que lo respalde. Esta forma de agregados no tiene inconveniente en caso de que no se contradiga con los rangos de los Inmaculados Imâmes (a.s.) ni con las grandes personalidades de la religión.
Pero la segunda forma: son las recitaciones falsificadas –que carecen de sanad o documento crediticio que las respalde y tampoco concuerdan con la jerarquía de los Inmaculados Imâmes (a.s.)–, esta forma de recitación tiene inconveniente y habrá que impedirla.
Para evidenciar la respuesta es necesario mencionar algunos puntos:
1. El levantamiento y la revolución de ‘Âshûrâ y la historia de Karbala constan de dos páginas: una página blanca y luminosa que contiene la epopeya, el orgullo, la manifestación de la verdad y la humanidad; y otra página oscura y negra en la cual sólo observamos asesinatos únicos e incomparables. Por ello el movimiento de Karbala es un crimen y una tragedia. Una catástrofe y una lamentación. Cuando vemos esta página en ella encontramos como mataron al inocente, al joven, al infante, como pasaron los caballos sobre los cuerpos muertos, como negaron el agua a un humano, como pegaron con el látigo a la mujer y al niño, como montaron al preso sobre el lomo desnudo del camello y otros.[1] Por ello no hay que considerar los sucesos y el levantamiento de Karbala como algo imposible o inaceptable.
2. Aquello que los panegiristas agregan a las recitaciones son de dos formas: una forma es aquello que en la terminología panegírica llaman “lengua de un estado”, es decir utilizando metáforas o alegorías adecuadas para expresar los sucesos y las tragedias que hicieron sobre la familia del Profeta. Esta forma de agregados no tiene inconveniente en caso de que el suceso verdadero cuente con un documento crediticio y las alegorías y metáforas no se contradigan con los rangos de los Inmaculados Imâmes ni con los grandes personajes de la religión.
Pero la segunda forma: son las recitaciones falsificadas –que carecen de sanad crediticio y tampoco concuerdan con la jerarquía de los Inmaculados Imâmes (a.s.)–. Esta forma de recitación tiene inconvenientes y habrá que impedirla.
3. Motivos de la gente en este tipo de agregados:
Los motivos que tiene la gente en realizar este tipo de agregados es diferente. Un grupo por benevolencia y compasión dice que en base a las narraciones llorar y hacer llorar por el Imâm Husaîn (a.s.) es un acto recomendado y por cada lágrima que corre de la persona son escritos para ella buenos actos. Entonces al grado que nos sea posible debemos llorar y hacer llorar a la gente por la tragedia del Imâm Husaîn (a.s.), y desde esta perspectiva no tiene ninguna necesidad el fijarse en la fuente y el origen de estas narraciones.
Con esta misma lógica fue que algunos de los grandes sabios cometieron un gran error al no poner suficiente atención en sus obras.[2] Numerosos de los creyentes para imitarlos y suponiendo que ayudarían a la expansión y profundización de ese propósito sagrado crearon ceremonias para conmemorar la tragedia de Karbala.
Otro grupo también en base al sentimiento mitológico existente en su ser realizan exageraciones ilógicas y ellos mismos descuidan que el propósito en este acto, sea cual sea, provoca el descarrío en el mensaje principal del Imâm Husaîn (a.s.) y en el levantamiento de ‘Âshûrâ, así como debilidad en la religión.
Aunque no hay que olvidar el papel que juegan el enemigo y las personas tendenciosas que durante lo largo de la historia trataron de debilitar a la Escuela de Ahl-Bayt (a.s.).[3]
4. Nuestra obligación ante estas desviaciones:
Luchar en contra de la alteración es una obligación legal, religiosa y general que toda la gente de cada corporación y grupo deberá poner atención en este asunto, en especial la clase de los cultos, ya que según la narración que se han transmitido del Profeta (s.a.w.): “Ahí donde las innovaciones y las mentiras surgen los sabios deben asumir la responsabilidad de decir la verdad, aquél que oculte la verdad ¡la maldición de Dios sea para él!”.[4] Pero esto no significa que toda la gente carece de obligación ante esto, puesto que la persona no necesita de estudios para distinguir la validez y nulidad de muchos de los asuntos, sino que todos, utilizando su esencia pura y sentido común, pueden percatarse de su exactitud e inexactitud. Mientras que en otras ocasiones se cuentan historias que cualquiera entiende su falta de veracidad.
En respuesta a esta argumentación que si el propósito es sagrado se justifica el medio, debe decirse que una argumentación así es engaño, y no tiene lugar ni valor ante la razón ni ante los textos religiosos.[5] Cómo puede creerse que para recordar y honorar al Imâm Husaîn (a.s.) quien fue martirizado para proteger los asuntos sagrados y los valores religiosos, no se respeten esos valores en las reuniones de lamentaciones, se digan mentiras en las recitaciones de su tragedia o con el pretexto de hacer duelo (hasta la madrugada, se quedan dormidos y) no realicen la oración obligatoria de la mañana[6], o se organicen grupos en los cuales se falta al respeto de la moral y de la integridad general.[7]
[1]– Mutaharî Murtidâ, Colección de las obras, t.17, primera parte de los sermones, primer capítulo: La epopeya de Husaîn.
[2]– Kâshifî Muhammad Husaîn, libros Recitaciones para los mártires; Dar Bandî Mulâ Âqâ, Los secretos de los mártires, son ejemplos evidentes de un pensamiento así.
[3]– Colección de las obras, t.17, los factores de la alteración.
El Aîatul.lah Fâdil Lankarânî respecto a las ceremonias conmemorativas y a las recitaciones de la tragedia que se dicen bajo el título del casamiento del honorable Qâsim en Karbala dijo: “Aquello que se relataba o se relata respecto al casamiento del honorable Qâsim, es incorrecto, y en los libros crediticios no existe huella de este suceso. Además de que él no contaba con edad suficiente para casarse. Claro está en la obra Muntajab del difunto Tarîhî están registrados algunos asuntos correspondientes con el casamiento de este honorable, pero aparentemente esta información errónea fue agregada a ese libro por personas tendenciosas o ignorantes después del fallecimiento de su autor. Y el difunto Tarîhî es más ilustre como para registrar en su obra esos asuntos que no tienen relación con el suceso de ‘Âshûrâ. Al mismo tiempo lo registrado en el libro de historia no es en la forma que algunos mencionan en las ceremonias conmemorativas y en forma supersticiosa.
Ÿâmi’ Al-Masâ’il, t.2, p.620-624.
[4]– قال رسول الله (ص) : "اذا ظهرت البدع فی أمتی فلیظهر العالم علمه و الا فعلیه لعنة الله".
[5]– Para más información: Mutaharî Murtidâ, La epopeya Husaînî, t.1; Muhadiz Nûrî, La perla y el coral.
[6]– Mientras que el Imâm Husaîn (a.s.) al medio día de ‘Âshûrah, lleva a cabo la oración colectiva ante el enemigo, a pesar de que efectuarla en forma colectiva es un acto preferible y no obligatorio.
[7]– Mientras que la pequeña hija del Imâm Husaîn (a.s.) llamada Fatima Sugrâ la noche del 11 del mes de Muharram, cuando se recupera del desmayo lo primero que pide a su tia Zaînab es un pedazo de tela para cubrir su cabeza (cabello) de los no-íntimos. Bihâr Al-Anwâr, t.45, pp.60-61.