Antes de responder al estimado interrogador, habrá que poner atención en la prioridad de este punto que conocer al mismo Satanás como el enemigo más evidente declarado y el obstáculo más grande para que el ser humano alcance la felicidad, la sublimidad y adquiera la satisfacción de Dios, así como el conocimiento de los senderos para enfrentar a esta existencia.
“Shaîtân” (Satanás) en la lingüística significa “malvado, perverso”, e “Iblîs” es llamado Satanás por su perversidad y maldad. Satanás como el enemigo más grave y evidente del ser humano, invita hacia su sendero a través de las tentaciones ocultas en los corazones de la gente. Por ello poniendo atención en la enemistad evidente de Satanás, Dios recomendó al ser humano de la siguiente forma: “Y cuando llegue a ti el susurro de Satanás, refúgiate en Dios, pues, ciertamente, Él todo lo oye, todo lo sabe”. (7:200)
Entonces puede decirse que todo lo que provoca que Satanás no alcance a su propósito puede jugar un papel en la ira e inclusive en la lamentación y el gimoteo de él.
El Imâm As-Sadiq (a.s.) dijo: “Iblîs gimió cuatro veces por cuatro grandes sucesos ocurridos: el día en que fue maldecido por Dios, el día en que bajó a la Tierra, el día en que Hadrat Muhammad (s.a.w.) fue elegido profeta, y el día en que fue descendida la honorable Sura Al-Fātiĥa Al-Kitâb [1]”.
Antes de responder la pregunta planteada es necesario poner atención en algunos puntos:
1. El vocablo Shaîtân se deriva de la raíz sha-ta-na y shâ-tan significa malvado y abyecto. A una criatura perversa y rebelde se le llama shaîtân, puede ser un ser humano, un genio u otros seres vivos, y también significa de un alma malvada y apartada de Dios que en realidad todos estos significados regresan a un mismo valor común.[1]
2. Dios Sublime en el Generoso Corán dijo: “Y [recuerda] cuando Nosotros dijimos a los ángeles: «¡Prosternaos ante Adán!» y todos ellos se prosternaron excepto Iblís, que se negó y se llenó de arrogancia, y fue de los que no creen”.[2]
Según lo dicho por el Corán, el Demonio pertenecía a la raza de los genios que como consecuencia de su gran precedente en el culto, participaba en los actos de devoción de los ángeles. Pero de lo externo e interno de las aleyas y narraciones se deduce que el Demonio carecía de verdadera fe: “y fue de los que no creen”.[3] Puesto que el culto verdadero es un acto que Dios quiere, no el acto de nuestro deseo. El Demonio estaba dispuesto a prosternares ante Dios pero no ante Adán, y esto se derivaba de su espíritu abominable, de su arrogancia y sentimiento de superioridad, que proveyó las causas de su destrucción siendo el origen de todas sus desgracias. En realidad el Demonio había realizado culto, pero no gozaba de un alma de servicio y entrega ante las órdenes Divina.
En la corriente de esta gran prueba Divina, en la cual los ángeles salieron victoriosos y gloriosos, y Satanás fue destruido y maldecido, el Demonio realizó tres desviaciones y equivocaciones fundamentales;
a) La equivocación práctica: desobediencia y rebeldía ante la orden de Dios, siendo esto la causa de su corrupción.[4]
b) La equivocación moral: orgullo que provocó su expulsión del Paraíso y su entrada en el Infierno. [5]
c) La equivocación doctrinal: “…y fue de los que no creen”[6] negó la justicia Divina de Dios Único.[7]
3. Satanás como el enemigo más grave y evidente del ser humano, invita hacia su sendero a través de las tentaciones ocultas en los corazones de la gente[8] adornando ante sus ojos y mostrando bellos los malos actos de la gente.[9]
4. Ya que Satanás –en base a las aleyas, narraciones y tradiciones existentes en los demás Libros Celestiales– ha sido presentado como el más grande enemigo engañador y timador del ser humano, y el Generoso Corán ha recomendado al hombre que: “¡Oh, hijos de Adán! ¡No permitáis que Satanás os engañe, igual que hizo salir a vuestros padres del Paraíso, despojándoles de sus vestiduras para que ambos vieran su propia desnudez! En verdad, él y los suyos os ven desde donde vosotros no les veis. En verdad, Nosotros pusimos a los demonios como tutores de aquellos que no tienen fe”.[10]
En otra parte dijo: “Y a quien esté ciego al recuerdo del Clementísimo le asignaremos un demonio que será su compañero permanente”.[11] Inclusive el mismo Satanás juró por el extravío de los hombres ante Dios.[12]
Por ello, poniendo atención en la enemistad evidente de Satanás, Dios recomendó al ser humano de la siguiente forma: “Y cuando llegue a ti el susurro de Satanás, refúgiate en Dios”.[13]
5. Ahora con las especialidades mencionadas de Satanás es posible en nuestras mentes se forme la siguiente pregunta que entonces ¿cuál fue la filosofía de la creación de Satanás por parte de Dios?
En respuesta diremos:
Primero: Dios no creó a Satanás como un maldito por esta causa que durante años fue compañero de los ángeles y de esencia pura, pero después abusando de la libertad que gozaba comenzó a mostrarse rebelde y desobediente.
Segundo: Desde la perspectiva del sistema de la creación, la existencia de Satanás no es dañina para gente con fe ni para aquellos que desean recorrer el sendero de Dios, sino que es un medio para progresar y llegar a obtener su perfección. Explicado en forma más evidente, el ser humano hasta que no se encuentre ante un enemigo poderoso nunca pone en reparación y movilización sus poderes y talentos excepcionales.[14]
El Generoso Corán presentó a Satanás como medio para examinar a las comunidades que, por medio de sus inspiraciones, destruían el terreno para la verdad y para los seguidores de la verdad: “haciendo de los obstáculos de Satanás una prueba para quienes tienen una enfermedad en sus corazones y para los duros de corazón”.[15]
Ahora considerando todo lo dicho con anterioridad puede concluirse que todo lo que provoca que Satanás no llegue a su propósito puede jugar un papel en la ira e inclusive en la lamentación y gimoteo de él, por ello es que en las tradiciones y narraciones encontramos:
“Iblîs gimió y se lamentó en cuatro situaciones:
Primero: El día en que fue maldecido por Dios, por no haberse prosternado ante Hadrat Adán (a.s.) y por el orgullo y la envidia que mostró.
Segundo: El día que por desobedecer la orden Divina fue expulsado de junto a Dios y bajó a la Tierra.
Tercero: El día en que Hadrat Muhammad (s.a.w.) por parte de Dios Sublime fue elegido como el sello de la Profecía para guiar a la humanidad.
Cuarto: El día en que fue descendida la honorable Sura Al-Fātiĥa-Kitâb [1]” al generoso corazón del gran Profeta (s.a.w.).[16]
Puesto que estos cuatro sucesos pueden jugar un papel fundamental en el desarrollo y la guía de los seres humanos.
[3]– Ídem.
[4]– Al-Kahf 18:50, “فسق عن امر ربه” –“desobedeció la orden de su Señor”.
[5]– Az-Zumar 39:72, “فبئس مثوی المتکبرین”, “¡Qué mal lugar el destinado a los arrogantes!”
[6]– Al-Baqara 2:34.
[7]– Muhsin Qarâ’atî, Exegesis Nûr, t.1, pp.103-104.
[8]– An-Nās 114:4, “من شر الوسواس الخناس” –“del mal del susurrante tentador”.
[9]– An-Naml 27:24, “زین لهم الشیطان اعمالهم” –“…y que Satanás les ha embellecido su comportamiento”.
[10]– Al-‘Arāf 7:27.
[11]– Az-Zujruf 43:36.
[12]– Şad 38:82-83.
[13]– Al-‘Arāf 7:200.
[14]– Exegesis Nûr, t.1, pp.193-194.
[15]– Al-Ĥaŷŷ 22:53.
[16]– Bihâr Al-Anwâr, t.11, p.145; Imâm As-Sâdiq (a.s.) dijo:
"ان ابلیس رنّ اربع رنّات: اولهن یوم لعن و یوم اهبط الی الارض و حیث بعث محمد (ص) علی فترة من الرسل و حین انزلت ام الکتاب ...”.