Please Wait
8486
- compartir
En el enfrentamiento del Islam con este asunto de la trata de esclavos deberá considerarse que:
1. El Islam nunca fue el innovador de la trata de esclavos.
2. El Islam al doloroso destino de los esclavos en el pasado lo vio como un gran dilema social.
3. El Islam para la libertad de los esclavos presentó un programa muy exacto y calculado. Puesto que en ocasiones la mitad de la sociedad estaba compuesta por esclavos, que carecían de un trabajo independiente y de medios para continuar viviendo. Si el Islam con un mandato general hubiese ordenado que pusieran en libertad a todos los esclavos, o la mayoría de estos morirían o ese gran grupo de desempleados y hambrientos que la carencia los había aprisionado atacaría todo lugar, creando desórdenes y matanzas, y terminando con el orden de la sociedad. Por lo tanto el Islam estableció un plan y programa calculado para que ellos fuesen puestos en libertad gradualmente y absorbidos por la sociedad.
Este programa está compuesto por numerosos artículos que corresponden a:
Art.1º. –Cerrar las fuentes de la trata de esclavos.
Art.2º. –Abrir las puertas de la libertad.
Art.3º. –Revivir la personalidad de los esclavos.
Art.4º. –El comportamiento humano con los esclavos.
Art.5º. –Anunciar la venta de seres humanos como el peor de los actos.
En caso de que los inmaculados líderes del Islam tuviesen un esclavo o esclavos, era dentro de este mismo molde del programa calculado y racional del Islam, y la relación de ellos con los esclavos era en tal forma que en muchos casos cuando ponían en libertad a un esclavo, ese esclavo se negaba a abandonar la casa del Imam (a.s.).
Además de esto, el trato y la relación de los inmaculados líderes de la religión con los esclavos fue un modelo práctico para los musulmanes en el enfrentamiento con este asunto tan importante para terminar con la trata de esclavos.
Pero en relación con la duda que usted tiene respecto a la contradicción del asunto de la trata de esclavos y la honorable aleya “لا اكراه في الدين” –“No se puede forzar a nadie a aceptar la religión”, es necesario mencionar que el asunto de la trata de esclavos con el asunto de la autoridad y libertad del ser humano en la elección de religión y la creencia, tiene diferencias fundamentales. En una explicación más evidente la honorable aleya indica el rechazo de la fuerza en la aceptación de la religión y creencia, que corresponde al espíritu del ser humano y es un asunto interno. Pero la trata de esclavos corresponde a la explotación del cuerpo y de la existencia externa de los seres humanos. Al igual que a lo largo de la historia personas tales como Bilal Habashi y otros que aparentemente eran esclavos pero en la elección de una creencia y religión tuvieron un alma independiente y libre para decidir, y aceptaron el Islam. Por otra parte personas tales como Abu Lahab y otros, que aparentemente se encontraban libres pero desde el aspecto espiritual estaban atrapados por los deseos concupiscentes del alma y del mundo, se levantaron para enfrentarse ante la realidad del Islam.
Para evidenciar la respuesta es necesario que analicemos un poco el asunto de la trata de esclavos en el Islam.
Aunque el asunto de la toma y trata de esclavos respecto a los presos de guerra no fue mencionado en el Generoso Corán como una orden definitiva, pero no puede negarse el asunto que en el Corán fue dicho respecto a los esclavos, que comprueba la autenticidad de la existencia de la esclavitud incluso durante la época del Profeta (s.a.w.) y al inicio del Islam.[1] Tal y como el permiso para tomar presos en las guerras y utilizarlos como esclavos, los preceptos de contraer matrimonio con los esclavos, los preceptos de volverse íntimo con los esclavos o asuntos tales como mukatibah (convenio entre el dueño y el esclavo, en el cual el esclavo se compromete a pagar –a su dueño– en un tiempo determinado y de sus propias ganancias un precio determinado por su libertad) que existe en numerosas suras del Corán, tales como las Suras An-Nisā’ [4], An-Naĥl [16], Al-Mu’minūn [23], An-Nūr [24], Ar-Rūm [30] y Al-Aĥzāb [33].
Aquí es cuando algunos critican al Islam que, ¡¿por qué esta religión Divina con todo ese contenido y elevados valores humanos que tiene no terminó por completo con el asunto de la esclavitud, y a través de un dictamen definitivo y general no anunció la libertad de todos los esclavos?!
Es cierto que el Islam recomendó grandemente respecto a los esclavos, pero lo importante es la libertad incondicional de ellos. ¡¿Por qué un ser humano debe pertenecer a otro ser humano, y perder la libertad que es el obsequio más grande Divino?!
Respuesta: En una corta frase debemos decir que el Islam tiene un programa exacto y sincronizado para libertar a los esclavos que al fin todos gradualmente son puestos en libertad, sin que esta libertad provoque una reacción desagradable en la sociedad.
Antes de que iniciemos la explicación de este programa exacto islámico consideramos necesario mencionar algunos puntos como introducción:
1. El Islam nunca fue el innovador de la trata de esclavos.
El Islam surgió en un momento en el que el asunto de la esclavitud había envuelto a todo el mundo, y se encontraba mezclado con la trama y urdimbre de las sociedades humanas.
2. El Islam vio a la esclavitud como un gran dilema social.
Los esclavos a lo largo de la historia tuvieron un destino muy doloroso, como ejemplo consideremos a los esclavos de Esparta que, como se dice, era una tribu con cultura, que según la opinión del autor de Ruh Al-Qawânîn, los esclavos espartos se encontraban tan oprimidos que no eran sólo esclavos de un solo dueño, sino que eran considerados esclavos de toda la sociedad, y cualquiera sin temor a la ley podía en la medida que quisiese maltratar y torturar a su esclavo o al esclavo de cualquier otro, y en realidad su forma de vida era peor que la vida de los animales.
Desde el momento en que cazaban a los esclavos en los países atrasados, hasta cuando eran ofrecidos en los bazares para su venta, muchos de ellos morían y los que sobrevivían eran un medio para beneficio de los ávidos tratantes de esclavos. El poco alimento que les daban era para que sobrevivieran y trabajaran, y cuando llegaban a la vejez y se veían afectados por enfermedades incurables, los abandonaban para que murieran en forma dolorosa. Por ello el nombre de “esclavitud” a lo largo de la historia va acompañado de espantosos crímenes. El Islam, como religión que vino para la libertad y felicidad de toda la humanidad, siempre sufrió por el destino doloroso de los esclavos en el pasado como un gran dilema social. Por ello nunca calló ante este asunto importante, y presentó una solución sumamente sabia y exacta para desarraigar este dilema.
3. Programa del Islam para libertar a los esclavos.
Aquello que generalmente no se considera es que si un sistema erróneo entra en el régimen de una sociedad, terminar con éste necesita de tiempo. Cualquier movimiento no calculado tendrá un resultado contrario. Exactamente igual a un ser humano que se vio contagiado de una enfermedad peligrosa, y su enfermedad progresó por completo; o una persona drogadicta que después de décadas de adicción se ha acostumbrado a su adicción. En este tipo de casos sin duda deberán utilizarse los programas calculados.
Digámoslo en forma más directa: Si el Islam con una orden general hubiese ordenado que pusieran en libertad a todos los esclavos, podría haber sucedido que la mayoría de estos muriesen puesto que en ocasiones la mitad de la sociedad estuvo compuesta por los esclavos. Ellos no contaban con un trabajo independiente, una casa ni un hogar, ni tampoco los medios para seguir viviendo.
Si todos hubiesen sido puestos en libertad en un día y en una hora determinada, se hubiesen enfrentado con un gran grupo de personas sin trabajo, que tanto sus vidas estarían en peligro como la amenaza de terminar con el orden de la sociedad. Así cuando la privación los hubiese aprisionado atacarían todo lugar, creando desórdenes y matanzas.
Es por ello que debían ser puestos en libertad gradualmente y ser absorbidos por la sociedad, en esta forma no ponían en peligro sus vidas ni tampoco la seguridad de la sociedad. El Islam seguía exactamente este programa calculado.
Este programa tiene numerosos artículos que aquí enlistamos sólo los más importantes en forma resumida:
Art.1º. –Cerrar las fuentes de la trata de esclavos.
La esclavitud a lo largo de la historia tuvo numerosas causas, no sólo los presos de guerra sino que también los que tenían alguna deuda y estaban imposibilitados para cubrirla eran tomados como esclavos, siendo también la fuerza y la dominación el permiso para tomar como esclavos a otros así como la compra y venta de estos. Cuando el Islam surgió impidió todos estos asuntos. Sólo en un caso permitió tomar esclavos y esto en el caso de los presos de guerra. Es evidente que en el campo de batalla y después de dominar sobre el enemigo, o deberán ser matados todos los sobrevivientes (enemigo), o en su lugar ser tomados presos. Puesto que si el enemigo es dejado en libertad es posible que nuevamente reúna sus fuerzas e inicie un nuevo ataque. El Islam eligió la segunda opción, pero dijo que después del cautiverio la escena cambia, y el preso a pesar de todos los asesinatos que realizó, cambiará a ser un depósito Divino en las manos de los musulmanes, debiendo respetarse muchos derechos respecto a él.[2]
El dictamen del preso después de terminada la guerra es uno de estos tres: (1) dejarlo en libertad sin ninguna condición; (2) ponerlo en libertad con la condición de que pague una indemnización, y (3) hacerlo esclavo. Claro está la elección de una de estas tres depende de la opinión del Inmaculado Imam y/o del líder de los musulmanes, él también considerando la situación de los presos, y las conveniencias del Islam y de los musulmanes desde la perspectiva interna y externa elige lo que sea más digno y da la orden de su realización.
Pero en las condiciones en que la opinión del Imâm y del líder de los musulmanes fuese que los presos de ese lugar no fuesen puestos en libertad, desde ese día no habría prisión que pudiese amparar a los presos de guerra hasta que su situación se aclarase. Entonces no quedaba otra alternativa más que dividirlos entre las familias y cuidarlos en forma de esclavos.
Es evidente que cuando una situación así cambie no existe ninguna razón para que el Líder de los musulmanes acepte el dictamen de la esclavitud respecto a los presos, puede ponerlos en libertad a través del pago de la indemnización, ya que el Islam autorizó a los líderes de los musulmanes para ello, para que actúen según lo conveniente, y de esta manera hasta cierto punto terminó con los orígenes de la nueva esclavitud en el Islam.
Artículo 2º – Abrir la puerta de la libertad.
El Islam reguló un amplio programa para poner en libertad a los esclavos que en caso de que los musulmanes los hubiesen realizado, en un tiempo no muy largo todos los hubiesen sido puestos en libertad y absorbidos gradualmente por la sociedad islámica.
Lo principal de este programa es lo siguiente:
A) Uno de los ocho usos del azaque en el Islam es la compra de esclavos para ponerlos en libertad. Por ello para este asunto fue considerado un presupuesto constante e ininterrumpido de los tesoros públicos islámicos, que continuaría hasta conseguir la libertad completa de los esclavos.
B) Fueron establecidas unas leyes en el Islam en las que los esclavos según un convenio pactado con su dueño podía comprar su libertad a través del producto de su propio trabajo (en la jurisprudencia islámica existe un capítulo respecto a este asunto bajo el título de mukâtibah o convenio).
C) Libertar a los esclavos es uno de los más importantes deberes y buenos actos en el Islam, y los Líderes del Islam fueron los pioneros en estos asuntos, al grado en que cuando escribieron respecto al comportamiento de ‘Alî (a.s.) dijeron: “Puso en libertad a mil esclavos con la remuneración de su propio trabajo”.[3]
D) Los Líderes del Islam con el más mínimo pretexto ponían en libertad a sus esclavos para que sirviese de pauta para los demás, al grado que cuando un esclavo del Imâm Bâqir (a.s.) realizó un buen acto, el Imâm (a.s.) dijo: “¡Vete, estás libre! No me gusta tener bajo mi servicio a un hombre que entrará en el Paraíso”.[4]
Respecto a la postura del Imâm Saÿÿâd (a.s.) dijo: “Su sirviente vertía agua sobre la cabeza de este honorable, el recipiente resbaló de las manos del esclavo e hirió la cabeza del Imâm (a.s.). El Imâm (a.s.) levantó su mirada y el sirviente le dijo: «Aquellos que contienen su ira». El Imâm (a.s.) dijo: “Contuve mi ira”. Dijo: «Perdonan a las personas». El Imâm (a.s.) dijo: “Dios te perdone”. El esclavo: «Dios ama a los que hacen el bien». El Imâm (a.s.): “Estas libre porque así complace a Dios”.
E) En algunas de las narraciones islámicas encontramos que los esclavos después de siete años automáticamente obtenían su libertad, al igual que leemos del Imâm As-Sâdiq (a.s.): “Aquél que tenga fe, será puesto en libertad, quiera o no su dueño y es prohibido tomar al servicio a alguien que después de siete años tenga fe en Dios”.[5]
A este mismo respecto ha sido transmitida una narración del gran Profeta (s.a.w.) que dijo: “Gabriel constantemente me recomendaba a los esclavos al grado que conjeturé que muy pronto sería dado un ultimato, y cuando llegase éste serían puestos en libertad”.[6]
F) Alguien que tenga un esclavo en sociedad con otro y quiera dejar en libertad el porcentaje que le pertenece, deberá comprar la parte de su socio y después ponerlo en libertad.
G) Cuando el dueño ponga en libertad un porcentaje del esclavo del cual es dueño absoluto, esta libertad se transmite a todo y automáticamente queda libre por completo.
H) Cuando alguien es comprado por parte de su padre, su madre, sus ancestros o por sus hijos, su tío o tía paterna o materna, hermano o hermana, sobrino o sobrina inmediatamente obtiene su libertad.
I) Cuando el dueño tenga un hijo con su esclava, no es permitido vender a esa esclava y deberá ser puesta en libertad después de haber recibido la parte de herencia de su hijo.
Este asunto fue medio de la libertad de muchas esclavas, puesto que muchas de ellas fueron como esposas para sus dueños y tenían hijos de ellos.
J) La multa determinada para muchas violaciones y pecados en el Islam fue poner en libertad a los esclavos (la multa por matar sin intención, la multa por no tomar el ayuno a propósito y la multa por romper una promesa fueron algunos ejemplos que mencionamos aquí).
K) La libertad del esclavo por algunos castigos crueles con que su dueño lo castigaba.
Antes del Islam los dueños de los esclavos se consideraban autorizados para realizar cualquier castigo y tortura en cuanto a sus esclavos, y sin ningún obstáculo se consideraban con autoridad para cometer cualquier crimen en forma libre hacia ellos. Cuando el Islam llegó prohibió algunos de los castigos (tales como mutilar la oreja, la lengua, la nariz y otros), y anunció que el esclavo que fuese castigado así por su dueño quedaría en libertad.[7]
Artículo 3º. – Revivir la personalidad de los esclavos.
En esa época los esclavos circulaban por el camino hacia la libertad según el programa calculado del Islam. El Islam por su parte realizó amplias gestiones para regresarles sus derechos devolviéndoles la personalidad humana, al grado que desde esta perspectiva el Islam no hace ninguna diferencia entre los esclavos y las personas libres, estableciendo a la abstinencia como la escala de los valores. Por ello el Islam permite a los esclavos ocupar cualquier puesto importante dentro de la sociedad al grado en que incluso pueden ocupar el importante puesto del arbitraje. En la época del Profeta (s.a.w.) también les fueron otorgados altos puestos a los esclavos o a los esclavos liberados, desde la comandancia del ejército hasta otros puestos delicados.
Numerosos de los grandes compañeros del Profeta (s.a.w.) fueron esclavos o esclavos liberados, y en realidad muchos de ellos cumplían con sus obligaciones en forma de asistentes para los grandes personajes del Islam. Salmân, Bilâl y ‘Amâr Ÿâsir así como Qanbar pueden ser nombrados en este grupo. Después del enfrentamiento con Banî Al-Mustalaq, el Profeta (s.a.w.) contrajo matrimonio con una de las esclavas liberadas y este asunto fue pretexto de la libertad de todos los presos de esa tribu.
Artículo 4º. – El comportamiento humano con los esclavos.
En el Islam hay numerosas órdenes respecto a la bondad y moderación con los esclavos, al grado que llega a asociarlos con su dueño en los asuntos de la vida.
El Profeta del Islam (s.a.w.) dijo: “Aquel que su hermano se encuentra bajo su mando, que le dé de comer lo que él come y que lo vista con lo que se viste, y no lo obligue a realizar más de lo que está dentro de sus capacidades”.
‘Alî (a.s.) dijo a su esclavo Qanbar: “Siento vergüenza ante Dios de vestir una camisa mejor que la tuya, puesto que el Profeta de Dios (s.a.w.) dijo: “Vestidlos con lo que se visten, y alimentadlos con lo que os alimentáis”.
El Imâm As-Sâdiq (a.s.) dijo: “Cuando mi padre ordenaba a un esclavo realizar algún acto, observaba y si el trabajo era pesado decía “Bismil.lah” y entraba en acción para ayudarlo”.
El buen trato del Islam en cuanto a los esclavos en ese período transformativo era a tal grado que incluso los extranjeros enfatizaban respecto al Islam y lo glorificaban.
Como ejemplo Jurji Zaydan en su obra de La Historia de la Civilización dijo lo siguiente: “El Islam es extraordinariamente amable con los esclavos. El Profeta del Islam (s.a.w.) recomendó mucho respecto a los esclavos. Como por ejemplo decía: “No encarguen al esclavo un trabajo que no tenga la posibilidad para hacerlo, y denle de todo lo que ustedes comen”.
En otra parte dijo: “No llamen esclavo o esclava a quienes os sirven, sino que llámenlos ‘hijo mío’ o ‘hija mía’”. El Corán también tocante a los esclavos hizo una interesante recomendación, y dice: “Adorad a Dios, no asocies a nadie con Él, compórtense sólo con benevolencia con vuestro padre y madre, familiares, huérfanos, indigentes, vecinos cercanos y lejanos, amigos, inmigrantes y esclavos, Dios aborrece a los egoístas”.
Artículo 5º. – Vender a los seres humanos es el acto más detestable
Básicamente en el Islam la compra y venta de esclavos es uno de los negocios más detestados, al grado en que, según lo registrado en una narración, el gran Profeta (s.a.w.) dijo: “Los peores hombres son aquellos que venden a los hombres”.[8]
Esta explicación es suficiente para evidenciar la opinión final del Islam respecto a los esclavos y para mostrar la dirección de orientación de los programas islámicos.
Más interesante aún es que uno de los pecados imperdonables en el Islam es quitar la libertad a los seres humanos y transformarlos en un artículo. Al igual que está registrado en una narración del gran Profeta (s.a.w.) que dijo: “Dios Sublime perdona todos los pecados (excepto tres): primero los pecados de aquel que niegue la dote de su esposa, del que quite el sueldo de un obrero o del que venda a un hombre libre”.[9] Según esta narración usurpar el derecho de la mujer, el sueldo del obrero y quitar la libertad a los seres humanos son tres pecado imperdonables.
Al igual que mencionamos con anterioridad, el Islam sólo permite la esclavitud en un caso, y este es con los presos de guerra, pero esto no como un asunto obligatorio, mientras que en la época del surgimiento del Islam y los siglos que le sucedieron la esclavitud fue muy intensa, se llevó a cabo por la fuerza y atacando a los países de los negros, apresando a los hombres libres y convirtiéndolos en esclavos y, en ocasiones, tratándolos en formas espantosas, al grado que a finales del siglo 18 d.C. el gobierno de Inglaterra cada año comerciaba 200 mil esclavos y tomaba de África cada año 100 mil personas para llevarlas a América como esclavos.
En conclusión, aquellos que critican el programa del Islam o ignoran y desconocen en forma exacta los fundamentos de este programa y de su orientación que es esa misma libertad gradual y sin daño hacia los esclavos, o se encuentran bajo la influencia de personas tendenciosas, que según ellos consideraron este asunto (el de la esclavitud) como punto importante de debilidad en el Islam y le hicieron una gran propaganda.[10]
De lo mencionado se evidenció que si los Líderes del Islam (a.s.) tenían uno o varios esclavos a su disposición fue dentro del molde de un programa calculado y sabio del Islam para enfrentar el asunto de la esclavitud, y la relación que mantenían estos con los esclavos era en tal forma que en muchos casos cuando ponían en libertad a un esclavo este no aceptaba abandonar la casa del Imâm (a.s.) y con insistencia pedía al Imâm (a.s.) que le permitiese seguir a su servicio, pero el Imâm (a.s.) se negaba. Por otra parte el comportamiento y la relación de ellos con los esclavos fue un modelo real y una forma de enseñanza para la sociedad humana en especial para los musulmanes en la forma que debían comportarse con este asunto tan importante que afectaba a la sociedad.
Pero en relación con la duda que usted tiene respecto a la contradicción del asunto de la trata de esclavos y la honorable aleya “لا اكراه في الدين” –“No se puede forzar a nadie a aceptar la religión”, es necesario mencionar que el asunto de la trata de esclavos con el asunto de la autoridad y libertad del ser humano en la elección de religión y la creencia, tiene diferencias fundamentales. En una explicación más evidente la honorable aleya indica el rechazo de la fuerza en la aceptación de la religión y creencia, que corresponde al espíritu del ser humano y es un asunto interno. Y en realidad “la creencia” ya que es un asunto interno no es forzosa.[11] Pero la “trata de esclavos” corresponde a la explotación del cuerpo y de la existencia externa de los seres humanos. Al igual que a lo largo de la historia personas tales como Bilal Habashi y otros que aparentemente eran esclavos pero en la elección de una creencia y religión tuvieron un alma independiente y libre para decidir, y aceptaron el Islam. Por otra parte personas tales como Abu Lahab y otros, que aparentemente se encontraban libres pero desde el aspecto espiritual estaban atrapadas por los deseos concupiscentes.
[1]– Exegesis Nemunah, t.21, pp.413 y 417.
[2]– Wasâ’il Al-Shî’ah, t.15, p.92. –"على (ع): اطعام الاسير و الاحسان اليه حق واجب و ان قتلته من الغد", Imam ‘Alî (a.s.) dijo: “Alimentar al preso y ser bondadoso hacia él es una derecho obligatorio aunque mañana lo ejecutes”.
Al-Kâfî, t.5, p.35. Transmitieron que el Imam ‘Alî Ibn Al-Husayn (a.s.) dijo:
"اذا اخذت اسيرا فعجز عن المشى و ليس معك محمل فارسله ، و لا تقتله ،فانك لا تدرى ما حكم الامام فيه"
“Cuando tomes a un preso y lo traigas contigo, si se ve imposibilitado de caminar y no tienes un medio para transportarlo, déjalo libre y no lo mates, ya que ignoras que dictaminará el Imam a su respecto cuando lo presentes ante él.
[3]– Al-Kâfî, t.5, p.74, “اعتق الفا من كد يده”.
[4]– Min Îâ-Iahdaru Al-Faqîh, t.1, p.27, “اذهب فانت حر فانى اكره ان استخدم رجلا من اهل الجنة”.
[5]– Al-Kâfî, t.6, p.196;
"من كان مؤمنا فقد عتق بعد سبع سنين ، اعتقه صاحبه ام لم يعتقه ، و لا يحل خدمة من كان مؤمنا بعد سبعة سنين".
[6]– Min Îâ-Iahdaru Al-Faqîh, t.1, p.52; Wasâ’il Al-Shî’ah, t.2, p.7; Mustadrak Al-Wasâ’il, t.13, p.397;
"ما زال جبرئيل يوصينى بالمملوك حتى ظننت انه سيضرب له اجلا يعتق فيه".
[7]– Sharh Al-Lum’at Al-Damishqîîah, t.6, p.280.
[8]– Al-Kâfî, t.5, p.114, “شر الناس من باع الناس”.
[9]– Mustadrak Al-Wasâ’il, t.13, p.378,
“ان الله تعالى غافر كل ذنب الا من جحد مهرا ، او اغتصب اجيرا اجره ، او باع رجلا حرا”.
[10]– Exegesis Nemunah, t.21, pp.410-423.
[11]– Para más información recurrir al Índice: “La fe, aconsejar las buenas acciones… y la lucha santa primaria”, preg.no.1161.