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FECHA DE ACTUALIZACIÓN: 2011/05/02
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RESUMEN DE LA PREGUNTA
¿Acaso puede pagarse el quinto y la parte correspondiente a los descendientes del Profeta sin el permiso del supremo religioso con autoridad legal?
cuestión
(1) ¿Acaso la parte que le corresponde a los descendientes del Profeta (s.a.w.) puede prestarse (sin intereses) a los descendientes del Profeta realmente necesitados para que más personas puedan resolver sus problemas? (2) ¿Acaso el hombre puede entregar el quinto sin el permiso de su supremo religioso con autoridad legal, a un necesitado verdadero de sus parientes y a otros?
Un breve

Jums en la lingüística significa un quinto, y en la terminología de la jurisprudencia corresponde a pagar un quinto de la ganancia que se obtiene a través de la agricultura, la industria, el comercio, la investigación o a través de trabajar como obrero o empleado.

El pago del jums es una de las obligaciones islámicas, y el Generoso Corán lo ha colocado a la par de la lucha santa. El quinto posee diversas filosofías y secretos, que a continuación indicamos algunas de éstas:

1. El quinto es obligatorio con el propósito de proveer los gastos del Imâm (a.s.) como jefe del gobierno, para el progreso del sistema islámico y administración de la sociedad. Por ello en las narraciones el quinto ha sido recordado como “presupuesto del gobierno”.

2. Dios Sublime para proteger la generosidad y el honor del Profeta del Islam (s.a.w.) destinó el quinto como lugar para proveer el presupuesto para los indigentes de Banî Hâshim y parientes de éste honorable, y su parte la colocó similar a Su parte y a la parte de Su Profeta para dar fin con el pretexto para humillar a estos.

3. El quinto es para proveer el presupuesto de cualquier acto caritativo que el Imâm (a.s.) desea realizar, y puede utilizarlo para cualquier caso que considere conveniente.

4. El quinto es considerado un medio para el desarrollo y la perfección del ser humano que pagarlo provoca la atracción del sustento y el medio para perdonar los pecados.

5. El quinto es obligatorio para revivir la religión de Dios y realizar el gobierno islámico.

Lugar donde debe pagarse el jums

El quinto pertenece al Imâm (a.s.) y a los descendientes del Profeta, y durante las épocas de ocultación deberá ser pagado al jurista que cumple con todas las condiciones.

En respuesta a las dos preguntas realizadas, se mencionan los dictámenes de los supremos religiosos con autoridad legal de la siguiente forma:

Imâm Jumeînî (que en paz descanse): Deberá pagarlo al supremo religioso que imita o al experto en jurisprudencia islámica que al igual que su supremo religioso lo utilice en la calidad y cantidad que lo hace, y también puede utilizarlo ahí donde permita el supremo religioso al que imita.[1]

Aîatul.lah Jumeneî: El quinto deberá ser entregado al guardián legal de los musulmanes o a su representante. Pero si actúa también según el dictamen del supremo religioso al que imita, pagó su deuda.[2]

Los grandes Aîatul.las tales como Fâdil (que en paz descanse),Nûrî, Makârim, Bahÿat (que descanse en paz) y Wahîd: La parte del Imâm (a.s.) deberá pagarla al supremo religioso que imita o al experto en jurisprudencia islámica que al igual que su supremo religioso lo utilice en la calidad y cantidad que lo hace, y también puede utilizarlo ahí donde permita el supremo religioso al que imita, y la parte que corresponde a los descendientes del Profeta (s.a.w.) por precaución obligatoria deberá entregarla al supremo religioso que imita, o con su permiso entregarla a los descendientes del Profeta.[3]

Aîatul.lah Tabrîzî (que en paz descanse): La parte que le corresponde al Imâm (a.s.) deberá ser entregada al supremo religioso que imita, o utilizarla en lo que él permite. Si desea entregarla a otro experto en jurisprudencia islámica, por precaución obligatoria deberá pedir permiso al supremo religioso que imita y él mismo puede entregar la parte que corresponde a los descendientes del Profeta.[4]

Aîatul.lah Sîstânî: La parte del Imâm (a.s.) deberá entregarla al supremo religioso que imita, o utilizarla en lo que el supremo permite. Por precaución obligatoria debe ser el supremo religioso más sabio y conocedor de todos los aspectos de la gente común, y él mismo puede entregar la parte correspondiente a los descendientes del Profeta.[5]

Aîatul.lah Sâfî: Deberá pagar la parte del Imâm (a.s.) al supremo religioso que imita o al experto en jurisprudencia islámica que al igual que su supremo religioso la utilice en la calidad y cantidad que lo hace. También puede utilizarla ahí donde permite el supremo religioso al que imita, y la parte que corresponde a los descendientes del Profeta puede entregarla a ellos.[6]

Cláusula: El quinto se divide en dos partes, una mitad corresponde al Imâm (a.s.) y la otra es la parte que corresponde a los descendientes del Profeta (s.a.w.). Los Aîatul.lah Sîstânî, Tabrîzî (que en paz descanse) y Sâfî respecto a la parte que corresponde a los descendientes del Profeta no consideran necesario el permiso del experto en jurisprudencia islámica.



[1]Taûdîh Al-Masâ’il Marâÿa’, t.2, asunto 1834.

[2]– Jumeneî, Aÿvabat Al-Masâ’il, preguntas 1002 y 1004.  

[3]Taûdîh Al-Masâ’il Marâÿa’, t.2, asunto 1834; Nûrî, Taûdîh Al-Masâ’il, asunto 1830; Wahîd, Taûdîh Al-Masâ’il, asunto 1843.

[4]Taûdîh Al-Masâ’il Marâÿa’, t.2, asunto 1834.

[5]– Ídem.

[6]– Ídem. 

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