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En las enseñanzas y educación religiosas uno de los casos que se ha prohibido para inmunizar y proteger al ser humano del pecado es aislarse con alguien que no sea íntimo.
En el testamento de Satanás al Profeta Moisés (a.s.) leemos: “¡Oh, Moisés! No te aísles con una mujer no-íntima, puesto que aquél que lo haga yo mismo seré su compañero, y no mis ayudantes”.[1]
Así también en unas de sus recomendaciones al Profeta Noé (a.s.) dice: “Cuando te aísles con una mujer no-íntima y no se encuentre nadie más que ustedes, recuérdame”.[2]
Por lo tanto ya que Satanás se encuentra junto a la persona en el lugar donde se aísle con un no-íntimo, es necesario evitar el aislarse con las mujeres no-íntimas para evitar verse atrapado por las tentaciones de Satanás.
El punto que es necesario recordar aquí es que es posible que en ocasiones el aislarse con un no-íntimo es por motivos tales como para estudiar, hacer una consulta u otros, en estos casos es necesario que respetando las normas religiosas y legales lo realice en los lugares públicos, y así cerrar el sendero del abuso de Satanás.
Es necesario mencionar que aunque Satanás es el enemigo evidente del ser humano y en muchos casos no hay que prestar atención a sus palabras (tentaciones), pero en las enseñanzas religiosas se ha recomendado aceptar la sabiduría aunque sea de los enemigos de Dios. El Imam ‘Alî (a.s.) a este respecto dijo:
1. “Aprendan los asuntos intelectuales aunque sea de politeísta”.[3]
2. “Cuando alguien habla no vean al que habla, sino que pongan atención en lo que dice; es decir aprendan un dicho correcto sea de quien sea”.[4]
3. “El conocimiento y la sabiduría son lo perdido de los hombres con fe que andan en busca de éste. Adquiéranlo aunque se encuentre en manos del politeísta”.[5]
Índices relacionados:
1. “Relación sexual correcta entre el chico y la chica”, preg.no.713 (pág.web 754).
2. “El Islam y la relación sana entre la chica y el chico” preg.no.1044 (pág.web 1110).
[1]– Mufîd Muhammad Ibn Muhammad, Al-Amâlî, p.157.
[2]– Sheîj Sadûq, Jasâl, t.1, p.132.
[3]– Abu Al-Fadl ‘Alî Ibn Hasan Tabarsî, Mashkât Al-Anwâr, p.135.
[4]– Tamîmî Âmadî ‘Abdu Al-Wâhid, Gurr Al-Hikam, h.612, p.58.
[5]– Sheij Tûsî, Al-Amâlî, p.625.