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El vocablo “Islam” en la lingüística significa entrega y obediencia. Por ello la religión del Islam, es llamada “Islam” y el programa general de ésta es la entrega del ser humano ante Dios del Universo y del mundo, que como consecuencia de esta entrega el hombre no adora a otro fuera de Dios Único, y no obedece a otro fuera de Dios Sublime.
La religión del Islam en realidad es la esencia de todas las religiones anteriores que surgió en forma completa y perfecta en comparación a las demás religiones.
El Islam al igual que todas las religiones Divinas posee tres ámbitos, el de las creencias, los mandatos y la moral.
Las creencias corresponden a: creencia en la unicidad de Dios Sublime, en la Justicia, la Profecía, el Imâmato y el día de la Resurrección.
Citando las numerosas aleyas y narraciones, se muestra la luminosidad del Islam verdadero en la Escuela de Ahl Bayt (a.s.). El shi’íta sostiene la creencia que el Profeta del Islam (s.a.w.) después de su fallecimiento no abandonó a su comunidad y para proteger la religión del Islam por orden de Dios presentó a la gente a los doce Inmaculados Imâmes (a.s.), como sus sucesores, que el primero de entre ellos es el Imâm ‘Alî (a.s.) y el último el Imâm Mahdî (a.ÿ.) que está oculto y con su surgimiento dará fin a la opresión, tiranía y transgresión, colmando al mundo de justicia y equidad.
En el ámbito de los mandatos religiosos, debe decirse también que: desde el punto de vista del Islam cualquier acto que realice el obligado fuera de una orden obligatoria, no es prohibido, preferente, detestable ni permitido.
Este ámbito es también explicado como las ramas de la religión y los ritos religiosos, el cual comprende a: la oración, el ayuno, la Peregrinación, el pago de la limosa del azaque, el pago del quinto, la lucha santa, aconsejar las buenas acciones, reprobar lo prohibido, unión al noble Profeta (s.a.w.) y a su familia (a.s.), separación de los enemigos del Profeta (s.a.w.) y su familia (a.s.).
La moral es también como las dos órdenes mencionadas uno de los asuntos que el Islam a este respecto presentó las más humanas instrucciones que en el punto más elevado concuerda con la naturaleza innata de los seres humanos, y su resultado no es otro más que la felicidad de la humanidad en este mundo y la Otra vida.
La religión del Islam fue enviada como la última y más perfecta religión por parte de Dios a través de su noble Profeta Muhammad (s.a.w.) que vino con el propósito de otorgar felicidad y guía de la humanidad. Las religiones que los Profetas anteriores habían dado las albricias de su llegada y de la llegada del Profeta (s.a.w.). El Generoso Corán, que es el milagro eterno del Profeta del Islam (s.a.w.) menciona que los Profetas anteriores habían dado las albricias respecto al surgimiento de Muhammad (s.a.w.) e inclusive la Gente de la Escritura esperaba la llegada de este noble Profeta (s.a.w.).[1] En especial respecto al Profeta Jesús hijo de María (a.s.) menciona que él había anunciado la llegada del Profeta del Islam (s.a.w.) y lo había presentado como “Ahmad”.[2]
El Islam al igual que todas las religiones Divinas posee tres ámbitos, el de las creencias, los mandatos y la moral, con la diferencia de que en todas estas perspectivas en comparación con las demás religiones son las más completas, puesto que el Islam es la única religión revelada por parte de Dios Sublime para Adán (a.s.) , el sello de la Profecía Muhammad (s.a.w.) y los demás Profetas (a.s.), y todo lo registrado en el Libro de Abraham (a.s.), en los Salmos de David (a.s.), en la Tora de Moisés (a.s.) y la Biblia de Jesús (a.s.) fue presentado en forma completa y perfecta en el Corán del noble Muhammad (s.a.w.)[3] quedando protegido de las alteraciones.
Las creencias corresponden a: creencia en la unicidad de Dios Sublime, en la Justicia (que Dios es Justo), en la Profecía (el envió de los Profetas por parte de Dios para guiar a la humanidad), en el Imâmato y el día de la Resurrección.
En la perspectiva de las creencias de un musulmán deberá, además de atestiguar la unicidad de Dios Sublime, atestiguarse también la misión del honorable Muhammad Mustafâ (s.a.w.), de lo contrario no será musulmán. Por supuesto lo necesario para las dos atestiguaciones, es tener fe en los demás Profetas (a.s.), creer en el día de la Resurrección y en que la religión del Islam es la última religión, en los ángeles, lo metafísico y la certeza de todas las pretensiones del Profeta del Islam (s.a.w.) así como en las demás necesidades de la religión. Rechazar cualquiera de los asuntos mencionados (necesarios de la religión) provoca que la persona salga de los confines del Islam. Puesto que el Islam es una religión de la naturaleza innata y de la racionalidad, no acepta la imitación en las creencias y pide a los seres humanos que elijan su religión a través de la investigación y a través de las razones.[4]
Respecto a los mandatos religiosos, habrá que decir: desde el punto de vista del Islam cualquier acto que realice el obligado fuera de una orden obligatoria, no es prohibido, preferente, detestable ni permitido. Estos mandatos religiosos que el Islam determinó para los actos de los obligados, son explicados como las ramas de la religión y ritos religiosos, que comprende: la oración, el ayuno, la Peregrinación, el pago de la limosa del azaque, el pago del quinto, la lucha santa, aconsejar las buenas acciones, reprobar lo prohibido, unión al noble Profeta (s.a.w.) y a su familia (a.s.), separación de los enemigos del Profeta (s.a.w.) y su familia (a.s.). Actuar y cumplir estos mandatos asegura la felicidad de la humanidad.[5]
Según lo que dicta la razón la persona o él mismo debería tener especialidad en los mandatos de la religión, ser un teórico o experto, y en conclusión actuar según su opinión, o recurrir a una persona que tenga estas cualidades (muÿtahid – experto completamente competente en la jurisprudencia islámica).[6]
En la parte de la moral también al igual que las dos órdenes mencionadas, tal como fue dicho, el Islam a este respecto presentó las más humanas instrucciones. La importancia y el valor de las acciones morales en el Islam son en tal medida que el noble Profeta (s.a.w.) al propósito de su nombramiento y su misión los presenta con el fin de completar y hacer llegar a su perfección la práctica excelente.
Puesto que es imposible la presentación del Islam y de sus concesiones y especialidades en este debate, sin otra alternativa indicamos sólo algunas de las especialidades de la religión vital del Islam. Como ejemplo:
El Islam es una religión bondadosa con los siervos y las criaturas de Dios, y para todos ellos tanto seres humanos como otros considera un derecho. En tal forma que sentir compasión y lástima por un ave muerta lo considera compasión de Dios el día de la Resurrección.[7]
La religión del Islam prohíbe la opresión y transgresión hacia los animales, y saciar a un árbol sediento es como saciar a un creyente.[8] Aquello que recomienda respecto al comportamiento con la Gente de la Escritura e inclusive con el incrédulo, es respetar la justicia.[9] En tal forma que ‘Alî (a.s.) ordenó que a un hombre viejo cristiano lo proveyeran económicamente de los tesoros públicos.[10]
Básicamente en la raíz lingüística del vocablo “islam” existen dos palabras “salm” y “salâm” bajo el sentido de paz y tranquilidad. El Corán como confirmación de esta realidad, que el Islam es una religión de paz y amistad, dice: «¡Creyentes! ¡Entrad todos en la Paz y no sigáis los pasos del Demonio! Es para vosotros un enemigo declarado».[11] Desde la visión del Corán, la paz estable y universal, así como la tranquilidad de las sociedades humanas, no se realiza a menos que bajo la sombra de la fe en Dios, y el eslabón que conecta todas las sociedades humanas, que desde la perspectiva de lengua, raza, cultura, étnica, regiones geográfica y otros, son diferentes, es sólo la fe en Dios. La justicia que busca el Islam es a tal grado que directamente invita a la Gente de la Escritura hacia la unión y armonización, y con bellas palabras dice: «Di: «¡Gente de la Escritura (judíos y cristianos)! Convengamos en una fórmula aceptable a nosotros y a vosotros, según la cual no serviremos sino a Dios, no Le asociaremos nada…».[12]
Cuando los musulmanes emigraron a Medina y la bandera de la victoria comenzó a ondear sobre sus cabezas, le era propuesta al Profeta (s.a.w.) la paz por parte de los contrarios, y este generoso la aceptaba. Un testigo vivo de esto es la paz pactada con algunas tribus judías que se realizó el primer año de la emigración. El Islam demanda la paz y la coexistencia general, proponiendo en este campo programas sublimes y útiles.[13]
La importancia que la religión del Islam presta a la ciencia y el conocimiento, no puede encontrarse en ninguna otra religión. De tal forma que adquirir la ciencia para cada musulmán es necesario[14], el dormir de un sabio es superior al culto del ignorante[15], y al cálamo de los sabios lo considera superior a la sangre de los mártires.[16] Bajo la sombra de estas guías y parecido a éstas es que los musulmanes en un corto período alcanzaron las altas cumbres del conocimiento y la ciencia, y establecieron la gran cultura islámica ofreciendo a la sociedad sabios inigualables tales como: Jabir Ibn Hayyan (padre de la química), Zacariya Al-Razi (descubridor del alcohol), Avicena (el más destacado filósofo y médico de su época), Alhazen, Ibn Nasir al-Din Tusi, y otros, que es imposible negar la confesión, los elogios y las glorificaciones de los sabios y eruditos occidentales a este respecto.[17]
En los pensamientos islámicos desde la perspectiva de la creación no existe ninguna diferencia entre mujer y hombre, y el hombre no cuenta con ninguna concesión respecto a la mujer. La religión del Islam ha glorificado de la mejor manera el rango y la personalidad de la mujer. El Generoso Corán presenta[18] a la Virgen María (a.s.) como un siervo especial y próximo a Dios, a la esposa del Faraón la consideró[19] como un modelo y patrón para los creyentes, y a la madre de Moisés (a.s.) merecedora de la revelación (inspiración)[20]. La religión del Islam presenta a la mujer como causa de tranquilidad y[21], en la cultura de Ahl Bayt (a.s.) la mujer no es un campeón sino que es una flor perfumada.[22] Fue colocado en ella una gran bendición[23] y el rango de la madre es superior al del padre.[24]
Desde el punto de vista del Islam, ninguna tribu ni raza es superior a otra tribu y raza. La piedad Divina es considerada la única norma de superioridad del ser humano.[25] Cada cual es responsable de sus actos y nadie carga con los pecados de otro. [26] Dios Todopoderoso ama a los arrepentidos del pecado y con los brazos abiertos los acepta[27] y la desesperanza de la clemencia y el perdón Divino los reprocha y considera signo de falta de fe. [28] Estima a los musulmanes hermanos unos de los otros[29], hablar a espaldas de otro, la burla, calumniar y difamar a los musulmanes lo juzga prohibido. [30] El rango del maestro lo aprecia superior. [31] La limpieza y pulcritud las considera como signos de la fe, [32] y otras.
Pero los seguidores de la Escuela Islámica se dividen en dos grupo generales, shi’ítas y sunitas, que a través de una investigación y un análisis general en las aleyas coránicas y las narraciones del Profeta del Islam (s.a.w.) así como recurriendo a la razón y conducta de los sabios, se realiza la manifestación verdadera del Islam en la Escuela de la Shî’ah.
La Shî’ah sostiene la creencia: nunca podrá imaginarse que el gran Profeta (s.a.w.) hubiese fallecido y no hubiese elegido ni presentado a nadie como su sucesor, y tutor para administrar los asuntos de los musulmanes y hacer girar la rueda de la sociedad islámica.[33] Según la creencia shi’íta, tal como el Profeta es infalible, sus sucesores también deberían ser infalibles de cualquier pecado y equivocación para poder tener la capacidad de dirigir a la sociedad después de este honorable (s.a.w.). Explicado de otra manera, la Shî’ah sostiene que el Profeta del Islam (s.a.w.) para el período después de él con el propósito de cuidar y proteger la religión de Dios, presentó a sus sucesores por orden Divina, determinados y establecidos por Él. Desde la opinión del shi’íta, los sucesores después del Profeta (s.a.w.) son 12 hombres, que el primero entre ellos es ‘Alî Ibn Abî Tâlib (a.s.) que inclusive un grupo de los sunitas (Mutazila) sostienen una opinión unánime respecto a su superioridad en comparación con los demás Sahâbah o Compañeros Cercanos del Profeta.[34]
Después del Imâm ‘Alî (a.s.) 10 hombres más de los Inmaculados Guías (a.s.) fueron establecidos en el Imâmato y todos ellos fueron martirizados en el sendero del Islam. En el año 260 de la Hégira Lunar, el último de los Imâmes y la Prueba de Dios sobre la tierra, es decir Mahdî el Prometido (a.ÿ.) y Salvador del mundo humano llegó al Imâmato, y con el permiso y deliberación de Dios se encuentra oculto y cuando surja llenará el mundo de justicia y equidad.[35]
El shi’íta para comprobar su pretensión cita aleyas de textos claros y definitivos que heredó del Profeta (s.a.w.).[36]
La superioridad y el rango de Ahl Bayt (a.s.) puede encontrarse en forma numerosa en las palabras del Profeta (s.a.w.) y en las aleyas coránicas, que negarlo es imposible, en tal forma que muchos de los hermanos de la Escuela Sunna están conscientes y declaran esta realidad.
El mensaje espiritual de los shi’ítas para la gente es sólo una frase y esta es “conozcan a Dios”.[37]
Las creencias, los mandatos religiosos y los valores de las acciones morales en el Islam se encuentran en el nivel más elevado coincidente con la naturaleza innata del ser humano, y los resultados del Islam no son otros más que la felicidad de la humanidad en el mundo y la otra vida
Fuentes para mayor estudio ver los índices:
1. Las primeras creencias del musulmán, preg.888.
2. Las causas de la superioridad del shi’íta, preg.277.
3. El Corán y el significado de Islam y de musulmán, preg.829.
4. Las características y las especialidades del shi’íta, preg.287.
[1]– Misbâh Ÿazdî Muhammad Taqî, Conocer el sendero y conocer al guía, p.113.
[2]– Ídem, p.115. Sagrado Corán 61.6.
[3]– La diferencia de las religiones Divinas se encuentran sólo en el sendero recto y en la ley canónica que el Sagrado Corán ha mencionado también directamente respecto a la unión de la religión: «Ciertamente, la Religión, para Dios, es el Islam…» (Sagrado Corán 3:19), recurrir a: Ÿawâdî Âmulî ‘Abdul.lah, Lo que espera la humanidad de la religión, p.178.
[4]– Las leyes practicas del Islam de las autoridades legales, asunto 1
[5]– Índice: Las primeras creencia de un musulmán, preg.888.
[6]– Ídem.
[7]– Mizân Al-Hikmah, t.4, p.6962.
[8]– Wasâ’il, t.17, Libro de las transacciones, capítulo 10.
[9]– Nahÿul Balâgah, carta 53.
[10]– Ídem.
[11]– Sagrado Corán 2:208.
[12]– Sagrado Corán 3:64.
[13]– Durar Ajbâr, p.28, hadîz 11.
[14]– Bihar Al-Anwâr, t.74, p.55, capítulo “el conocimiento y la razón”.
[15]– Ídem.
[16]– Ídem.
[17]– Nîk Bîn Nasrul.lah, El Islam desde la perspectiva de los sabios del occidente.
[18]– Sagrado Corán 3:42.
[19]– Sagrado Corán 66:11.
[20]– Sagrado Corán 28:7.
[21]– Sagrado Corán 30:21.
[22]– Nahÿul Balâgah, carta 31.
[23]– Min lâ Iahdzarah al-Faqîh, t.3, p.385.
[24]– Kâfî, t.2, p.162; para más información recurrir al Índice: la personalidad y el rango de la mujer en el Islam, preg.265.
[25]– Sagrado Corán 49:13.
[26]– Sagrado Corán 6:164.
[27]– Sagrado Corán 2:222.
[28]– Sagrado Corán 12:87.
[29]– Sagrado Corán 49:10.
[30]– Exegesis Nemunah, t.14, pp.370 y 400.
[31]– Bihâr Al-Anwâr, t.74, cap.165, hadîz 193.
[32]– Mustadrak Al-Wasâ’il, t.16, cap.319, hadîz 9.
[33]– Tabâtabâî Saîîed Muhammad Husâîn, La Shî’ah en el Islam, p.128.
[34]– Jarrâzî Muhsin, Bidâîat Al-Ma’ârif, Parte del Imâmato.
[35]– Mutaharî Prof. Mártir Murtiâ, La teología islámica y la gnosis, p.38.
[36]– Bidâîat Al-Ma’ârif, Parte del Imâmato.
[37]– La Shî’ah en el Islam, p.236.