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Ya que el Corán es el milagro eterno del Profeta del Islam (s.a.w.) y la Palabra de Dios Magnánimo, desde el inicio del Islam entre los musulmanes cuenta con un valor y respeto especial. Los musulmanes considerando las aleyas coránicas y las recomendaciones así como las narraciones del Profeta (s.a.w.) incluso en la forma en que debe recitarse este Libro Celestial respetaban una serie de formas y condiciones especiales únicas en su tipo. Esta clase de formas de la recitación del Corán, se hizo famosa como la forma extrínseca de la recitación de este Libro Celestial. Pero ya que según las narraciones el Corán tiene un extrínseco y varios intrínsecos, la forma de su lectura también se dividió en una serie de formas extrínsecas y en el siguiente nivel en una serie de formas intrínsecas, asunto que indicaron claramente algunas aleyas coránicas y narraciones del Profeta (s.a.w.) y de los Inmaculados Imames (a.s.).
Tal vez la forma de la recitación del Corán pueda dividirse en forma extrínseca y forma espiritual o intrínseca. En la forma extrínseca deberán respetarse una serie de preliminares ya mencionados es su lugar.
Las formas intrínsecas del Corán son alcanzables considerando las aleyas coránicas y las narraciones. El Generoso Corán en varias aleya recomendó a aquellos que recitan el Corán de la siguiente manera que: “…recita el Corán de manera fluida y clara (despacio, tranquilamente, con orden y reflexionando)”.[1] En otra aleya dice: “Aquellos a quienes Nosotros dimos la Escritura [Sagrada] y la leen como debe ser leída, esos son los que creen en Él. Y quienes descreen de Él, esos son los perdedores”.[2]
Estas dos aleyas considerando las narraciones y los hadices indican también la forma extrínseca de la recitación, y demandan también la forma intrínseca de ésta del Generoso Corán. En la narración que se encuentra a continuación de la aleya 121 de la Sura Al-Baqara [2], el Imam Sâdiq (a.s.) dijo: “Aquellos que reciten el Libro como debe ser recitado somos nosotros Ahl-Bayt (la familia del Profeta)”.[3]
Naturalmente el Imam Sâdiq (a.s.) mencionó el ejemplo verdadero de los recitadores y muchas veces sucede que innumerables creyentes respetando las formas extrínsecas e intrínsecas de la recitación del Corán llegarán al grado de recitador verdadero del Generoso Corán. Por ello en la explicación de la aleya: «كِتابٌ أَنْزَلْناهُ إِلَيْكَ مُبارَكٌ لِيَدَّبَّرُوا آياتِه...», el sexto de los Inmaculados Imames (a.s.) dijo: “El propósito es que reciten con atención sus aleyas, entiendan sus verdades, cumplan con sus mandatos, tengan esperanza en sus promesas, teman a sus advertencias, tomen lección de sus historias, cumplan sus órdenes y acepten sus prohibiciones. ¡Juro por Dios que no significa memorizar sus aleyas, leer sus letras ni recitar las suras! Ellos memorizaron las letras del Corán pero violaron sus órdenes. Su propósito es sólo que reflexionen en las aleyas del Corán y practiquen sus mandatos, al igual que Dios dijo: “Esta es una Escritura bendita que Nosotros hacemos descender a ti para que mediten sobres sus signos…”.[4]–[5] Considerando este luminoso hadîz podemos indicar los siguientes asuntos del Corán respecto a la forma intrínseca:
1. Cada vez que llega a una promesa debe tener la esperanza que llegará a ella, y cada vez que llega a una advertencia deberá temer de que no se vea afectado de ella. Entonces cada vez que llega a las aleyas que hablan del Paraíso y del Infierno, debe pausar y pedir a Dios el Paraíso y refugiarse en Él del Infierno.[6] El Imam ‘Alî (a.s.) respecto a las especialidades de los creyentes dijo: “Pero por las noches de pie recitan el Corán con las formas especiales de éste mismo. Cada vez que llega a una aleya que estimula se alientan con la esperanza de llegar a ello. Por el deseo se asemejan a alguien que espera la llegada de su querido, tiene esperanza en ese estímulo. Pero cuando llegan a una aleya que aterra ponen atención a ésta con toda su alma y prestan oídos. Su piel y sus almas tiemblan por temen por está, y sus cuerpos frágiles y débiles como si dijésemos que los ruidos del Infierno, los ruidos de sus llamas y el choque de las cadenas de fuego se encuentran en sus oídos, quedan sobre la tierra y sus lágrimas corren. Se refugian en Dios para salvarse (de ese castigo)”.[7]
2. Otra de las formas intrínsecas de la recitación del Corán es el entendimiento del Corán y la reflexión en sus aleyas así como conocer y practicar sus mandatos Divinos. El Imam Sâdiq (a.s.) relató del Imam ‘Alî (a.s.) que dijo: “Sabed que en la lectura que carece de reflexión no existe bendición”.[8]
3. Considerando que el Corán no es palabra del hombre y considerando la grandeza del Creador, la reverencia hacia la palabra es la reverencia a Quien la dice.
4. Otra de las formas intrínsecas de la recitación, es su embellecimiento. Es decir armonizarse con cada aleya que recita. Si lee una historia de los Profetas, tome de ésta una lección. Si recita los Nombres Bellos y Atributos Divinos, debe poner atención en sus ejemplos.[9]
5. Purificación interior, es otra de las formas de la recitación del Corán para alguien que desea aprender asuntos del Corán. Alguien que recurra al Corán deberá purificarse de previas conjeturas y del polvo de las dudas mentales para que éstas no le impidan entender el Corán.[10]
6. De las formas intrínsecas de la recitación del Generoso Corán es terminar con los atributos desagradables, en especial con la arrogancia e hipocresía[11], así como con la envidia y la codicia ya que el ser humano cuando recurre al Corán con el alma llena de estas herrumbres no se manifiestan en él el significado ni el sentido de la Palabra de Dios.
7. Una de las mejores formas espirituales de la recitación del Corán, es la purificación espiritual y anímica. Mientras el ser humano no se haya purificado, el Corán no le mostrará su verdad, ya que él mismo dijo:
« لا یمسّه الا المطهّرون » –“No la tocarán más que los purificados”.[12] Según lo que dijo el poeta: “Purifícate primero y después mira al purificado”.
8. Otra de las formas espirituales de la recitación del Corán es que el recitador del Corán lo mire no como un texto sino como una receta curable, y espere de ésta algo así. En una narración dice que hay algunos que miran así al Corán, y le piden el remedio para sus dolores. Dios Sublime, por recitadores como estos que toman del Corán la curación de sus almas, aleja de la gente las desgracias y a los enemigos, haciendo descender sobre ellos la abundancia de Su clemencia.[13]
[1]– Al-Muzzammil [73:4].
[2]– Al-Baqara [2:121].
[3]– Kulaînî Muhammad Ibn Îa’qub, Kâfî, t.1, p.215.
[4]– Şad [38:29].
[5]– Makârim Shîrâzî Nâsir, Exegesis Nemunah, t.1, p.432.
[6]– Mash.hadî Muhammad, Exegesis Kanz Al-Dafâ’iq wa Bahr Al-Garâ’ib, t.2, p.132.
[7]–Nahÿul Balâgah, Subhî Sâlih, p.304.
[8]– Kâfî, t.1, p.36.
[9]– Kâshifî Sabziwârî Maula Husayn, Yawâhir Al-Tafsîr, p.270.
[10]– Ídem con algunos cambios.
[11]– Hurr Âmilî Muhammad Ibn Hasan, Wasâ’il Al-Shî’ah, t.6, p.182.
" إِنَّ مِنَ النَّاسِ مَنْ يَقْرَأُ الْقُرْآنَ لِيُقَالَ فُلَانٌ قَارِئٌ وَ مِنْهُمْ مَنْ يَقْرَأُ الْقُرْآنَ لِيَطْلُبَ بِهِ الدُّنْيَا وَ لَا خَيْرَ فِي ذَلِكَ وَ مِنْهُمْ مَنْ يَقْرَأُ الْقُرْآنَ لِيَنْتَفِعَ بِهِ فِي صَلَاتِهِ وَ لَيْلِهِ وَ نَهَارِهِ"
[12]– Al-Wāqi‘a [56:79].
[13]– Kâfî, t.2, p.627.
"وَ رَجُلٌ قَرَأَ الْقُرْآنَ فَوَضَعَ دَوَاءَ الْقُرْآنِ عَلَى دَاءِ قَلْبِهِ فَأَسْهَرَ بِهِ لَيْلَهُ وَ أَظْمَأَ بِهِ نَهَارَهُ وَ قَامَ بِهِ فِي مَسَاجِدِهِ وَ تَجَافَى بِهِ عَنْ فِرَاشِهِ فَبِأُولَئِكَ يَدْفَعُ اللَّهُ الْعَزِيزُ الْجَبَّارُ الْبَلَاءَ وَ بِأُولَئِكَ يُدِيلُ اللَّهُ عَزَّ وَ جَلَّ مِنَ الْأَعْدَاءِ وَ بِأُولَئِكَ يُنَزِّلُ اللَّهُ عَزَّ وَ جَلَّ الْغَيْثَ مِنَ السَّمَاءِ فَوَ اللَّهِ لَهَؤُلَاءِ فِي قُرَّاءِ الْقُرْآنِ أَعَزُّ مِنَ الْكِبْرِيتِ الْأَحْمَرِ".