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‘Amr Ibn ‘As o “’Amr Ibn ‘As Ibn Wâ’il Sahmî” fue un hombre oportunista, astuto, dado a luz por una mujer llamada “Nâbigah”. Por parte de padre lo relacionan a “’As Ibn Wâ’il”. ’As Ibn Wâ’il Sahmî es ese mismo individuo politeísta que después del fallecimiento del honorable Qâsim hijo del Profeta (s.a.w.) le hizo la insinuación irónica de ser abtar (no tener descendencia) que como consecuencia de esto fue descendida la aleya "ان شانئک هو الابتر" –“quien te odia es el que no tendrá descendencia” respecto a ’As Ibn Wâ’il.
’Amr Ibn ‘As era famoso por su ladinería y astucia, y durante el gobierno del Imâm ‘Alî (a.s.) participó en la Batalla de Siffin en contra del Imâm ‘Alî (a.s.) como brazo derecho de Mu’awîyah, y durante la guerra con esa misma ladinería engañó a un gran número de musulmanes. En el suceso del arbitraje, entrampando al ingenuo Abû Mûsâ Ash’arî prestó una gran ayuda a Mu’awîyah y después de ello fue elegido para gobernar Egipto. El murió a la edad de los 90 el año 43 d.H.
’Amr Ibn ‘As Ibn Wâ’il Sahmî fue uno de los individuos ladinos y oportunista dado a luz por una mujer llamada Nâbigah, pero como consecuencia de que esta mujer corrupta tuvo relaciones con 5 hombres (Abû Lahab, Umaîa Ibn Jalaf, Hishâm Ibn Mugaiìerah, Abû Sufîân y ‘As Ibn Wâ’il) todos estos cinco hombres pretendieron ser su padre hasta que decidieron que Nâbigah eligiera. Ella prefirió a ‘As Ibn Wâ’il (a pesar de que Abû Sufîân decía: ‘Amru es de mi célula germinal”, y tenía un gran parecido a él) puesto que Nâbigah consideraba a Abû Sufîan avaricioso y decía que ‘As la ayudaba más.[1] En esta forma ‘As Ibn Wâ’il fue elegido como padre de ‘Amr. ’As Ibn Wâ’il Sahmî es ese mismo individuo politeísta que después del fallecimiento del honorable Qâsim hijo del Profeta (s.a.w.) le hizo la insinuación irónica (él lo llamó “abtar” y de no tener descendencia, es decir alguien que no tiene descendiente hijo que mantenga vivo su apellido), que como resultado de esta fea insinuación fue descendida la honorable Sura de Al-Kautar [108] y la última de sus aleyas fue en reproche a este individuo, es decir ’As Ibn Wâ’il.[2]
’Amr Ibn ‘As durante la época del Profeta (s.a.w.):
Durante la época del Profeta (s.a.w.) él fue un hombre muy detestado y una personalidad inmunda puesto que él es ese mismo que compuso 70 estrofas y los niños de la Meca cuando veían al Profeta (s.a.w.) las recitaban en voz alta provocando enojo y molestias en este generoso, por ello el Mensajero de Dios (s.a.w.) suplicó: “¡Dios mío, ‘Amr me difamó (a través de sus poemas) pero yo no soy poeta, y la poesía no es digna para mí como para responder a sus palabras a través de otras estrofas, entonces maldícelo mil veces por cada una de las letras de sus versos”.[3]
El es ese mismo que los jefes de Quraîsh enviaron a un grupo bajo su dirección a Habashah (Etiopía actual) para pedir al Negus que les entregara a los musulmanes que se había escapado de los incrédulos y emigrado a Habashah. El Negus se negó y ’Amr Ibn ‘As y sus compañeros regresaron con las manos vacías.[4]
Finalmente ’Amr Ibn ‘As aceptó el Islam el año 7 después de la Hégira bajo la condición de que fuesen perdonadas sus deudas anteriores, y realizó el pacto de fidelidad hacia el Mensajero de Dios (s.a.w.).[5]
Según lo transmitido en algunas obras de historia, después de que ‘Amr se convirtió en musulmán el Profeta (s.a.w.) le dio el mando en la Batalla de Sallasil[6], y después de ello lo hizo recolector del azaque de la gente de Omán.[7]
’Amr Ibn ‘As en la época de Abû Bakr, ‘Umar y ‘Uzmân:
’Amr Ibn ‘As durante el califato de Abû Bakr y ‘Umar fue considerado uno de los más cercanos a éstos. En la victoria de Shâm (Damasco actual) fue uno de los comandantes del ejército de los musulmanes. Durante el califato de ‘Umar un tiempo fue el gobernador de Palestina, y después fue comisionado para conquistar Misr (Egipto). Después de la conquistar de Misr se volvió gobernador de ese lugar ocupando ese puesto hasta varios años después de la muerte de ‘Umar. ‘Uzmân lo destituyó, ‘Amr regresó a Palestina donde se alió a los críticos de ‘Uzmân visitando muy rara vez la Ciudad de Medina.[8]
‘Amr Ibn ‘As durante el califato del Amîr Al-Mu’minîn, ‘Alî (a.s.):
Después del asesinato de ‘Uzmân y de que ‘Amîr Al-Mu’minîn, ‘Alî (a.s.) tomó el califato, ‘Alî (a.s.) destituyó a Mu’awîyah del puesto de gobernador de Shâm. Mu’awîyah cuando vio que su gobierno se encontraba en peligro presentó a ‘Alî (a.s.) como el factor del asesinato de ‘Uzmân, y a sí mismo se presentó como el vengador de la sangre de ‘Uzmân levanando la bandera de oposición hacia el gobierno de justicia del Imâm ‘Alî (a.s.). En este camino no se vio suficiente de la ayuda de ’Amr Ibn ‘As, por lo que escribió una cara a ’Amr Ibn ‘As invitándolo a que cooperara.
’Amr Ibn ‘As en respuesta escribió: “Leí tu carta y entendí, pero ¡me pides que salga del Islam y entre contigo al sendero de la perdición, te ayude en tu camino falso, desenvaine mi espada en contra del ‘Amir Al-Mu’minîn (‘Alî a.s.) mientras que él es hermano, sucesor, albacea y heredero del Mensajero de Dios! También él es aquel que pagó la deuda del Profeta (después de la emigración del Profeta a Medina), y realizó lo que prometió. El es el yerno del Profeta (s.a.w.) y esposo de la señora entre las damas del mundo y padre de Hasan y Husaîn (a.s.) señor entre los jóvenes del Paraíso, por ello ¡no acepto tu invitación! Y el que dijiste ‘yo soy califa por parte de ‘Uzman’ con la muerte de ‘Uzman fuiste destituido y tu califato terminó. ¿Acaso no sabes que ‘Abû Al-Hasan (‘Alî a.s.) ofreció su vida en el sendero de Dios y durmió en el lecho del Profeta (arriesgando su vida), y que el Profeta respecto a él dijo: ‘Aquel de quien yo sea su señor, ‘Alî es su señor’?”.[9]
Después de todo esto, cuando Mu’awîyah le prometió el gobierno de Misr, se puso a su disposición ofreciéndole total ayuda, engañando a la gente de Shâm y poniendo como excusa la sangre de ‘Uzmân comenzó la Batalla de Siffin en contra del Imâm ‘Alî (a.s.). El administró la batalla engañando a la gente, divulgando rumores y manipulando. A pesar de todo esto, por la valentía del Imâm ‘Alî (a.s.) y de sus compañeros cercanos, Mu’awîyah y ‘Amr Ibn ‘As se vieron cerca de la derrota definitiva, pero nuevamente ‘Amr Ibn ‘As engañando al ejército de ‘Alî (a.s.) y alzando el Corán en la punta de las lanzas obligó a ‘Alî (a.s.) a aceptar el asunto del arbitraje. Personas tales como “Ash’az Ibn Qaîs” se vieron engañadas, y eligiendo como árbitro a un hombre ingenuo llamado Abû Mûsâ Ash’arî, impusieron a ‘Alî (a.s.) su decisión. ‘Amr Ibn ‘As en este arbitraje, al igual que desde antes se preveía, fácilmente engañó a Abû Mûsâ Ash’arî e hizo llegar a Mu’awîyah al califato. Después de esto ‘Alî (a.s.) se vio obligado a pelear en contra de un grupo llamado jariyitas.
‘Amr Ibn ‘As también según la promesa de Mu’awîyah se dirigió hacia Misr. En Misr Muhammad Ibn Abâ Bakr gobernaba por parte de ‘Alí (a.s.). No transcurrido mucho tiempo el Imâm ‘Alî (a.s.) envió a Mâlik Ashtar a Misr, pero Mâlik en el camino alcanzó el martirio al ser envenenado por la gente de Mu’awîyah y ‘Amr Ibn ‘As. Muhammad Abâ Bakr fue martirizado también en una forma muy trágica, y ‘Amr Ibn ‘As usurpó el puesto de gobernador de Mist.[10]
En ese puesto estuvo hasta que transcurrido un tiempo por no pagar los impuestos de Misr a Mu’awîyah fue amenazado de ser destituido de ese puesto. En respuesta a Mu’awîyah escribió una carta y le envió un poema conocido como “Yulyily”, en el que confesaba muchas de las virtudes del Imâm ‘Alî (a.s.) y amenazaba a Mu’awîyah de un caos en su país.
Finalmente el año 43 d.H.[11] a la edad de 90 años murió en Misr, ocupando ese mismo puesto de gobernador.[12]
[1]– Sharh Ibn Abî Al-Hadîd, t.6, p.282, y t.2, pp.100-101.
[2]– Mayma’ Al-Baîân, (10 tomos impreso en Beirut), t.10, p.461.
[3]– Safînat Alk-Bihâr, (4 tomos Astâni Quds), t.3, p.659.
[4]– Dalâ’il Al-Nabuwah, traducción, t.2, p.51.
[5]– Târîj Tabarî, t.5, pp.1494 y 1525; Usd Al-Gâbah, t.3, p.742.
[6]– Al-Magâzî, t.2, p.77.
[7]– Usd Al-Gâbah, t.3, p.742.
[8]– Ídem, t.4, p.244; Tabaqât, t.4, p.256; Qâmûs Al-Riyâl, t.8, p.11.
[9]– Tadhkirat Al-Jawâs, p.84.
[10]– Historia seleccionada, p.197.
[11]– Historia del Islam, t.4, p.90; Murawiÿ Al-Dhahab, t.3, p.23.
[12]– Murawiÿ Al-Dhahab, t.3, p.23.