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La frase “no determinismo ni indeterminismo, sino la posición intermedia” es el contenido de numeras narraciones que dijeron los Inmaculados Imâmes (a.s.) al criticar dos teorías incorrectas, el determinismo e indeterminismo. Y en realidad es una enseñanza independiente y exacta que explica correctamente los actos facultativos de los seres humanos. Tres teorías se mencionan respecto a la respuesta de la pregunta básica tocante a los actos que realiza el ser humano, ¿acaso estos actos se refieren a la Voluntad Divina y el ser humano no influye en éstos, o se refieren al propio ser humano y la relación del acto con Dios se encuentra suspendida, o se refieren tanto al deseo y a la voluntad del ser humano y también al deseo Divino? La Escuela de los Ashari refieren el acto de los seres humanos a Dios Todopoderoso, en tal forma que los seres humanos al igual que los cuerpos sólidos no tienen ninguna libertad para decidir ni voluntad propia, y este es el significado de la teoría del determinismo en su Escuela. Los Mutazila sostienen que los seres humanos en sus actos y conducta son los únicos influyentes y la causa completa, en tal forma que a Dios le es negada la voluntad. Y este significado es la teoría de los indeterministas. Pero la teoría de los shiítas siguiendo a los Inmaculados Imâmes (a.s.) es que el determinismo no tiene la posibilidad de analizar exactamente los actos de los hombres, ni tampoco el indeterminismo, sino que el análisis exacto de los actos de los seres humanos, es un sendero entre el determinismo y la voluntad. El ser humano en la realización de un acto y dejar de realizarlo tiene voluntad y poder, pero este poder y voluntad se lo otorgó Dios, y el poder humano no niega el poder Divino. Dicho de otra manera, los fundamentos de la teoría del determinismo, niegan la intervención del deseo y de la voluntad del ser humano en los actos que realiza él mismo; y los fundamentos de la teoría del indeterminismo, por ser la causa completa del , niegan la voluntad del ser humano en sus actos, y el fundamento de la enseñanza de una posición intermedia con referencia en los actos humanos se realiza a través del deseo Divino y del poder y deseo del ser humano.
Entonces la posición intermedia es una teoría independiente y bajo el significado de que mientras los actos realizados por el ser humano le sean referidos a él, son también referidos al deseo de la Esencia Pura de Dios. Pero el deseo y la voluntad del ser humano no se contradice al Deseo Divino como para asociarse a este Deseo, sino que se encentra paralelo a éste. Esto es el deseo, la voluntad y el poder del ser humano es uno de los detalles y partes de la causa completa de los actos voluntarios de él. Entonces el ser humano no está obligado, ya que el criterio de la voluntad, o sea el poder y el deseo existen en él, y al mismo tiempo él no es libre para decidir en forma absoluta, ya que en sus manos no se encuentran los preparativos para la realización de la voluntad del acto. Y esto mismo es el significado de una posición intermedia la cual domina sobre todos los actos que realiza el ser humano. Entonces la enseñanza, de la posición intermedia, comprueba la voluntad del se humano tomando en cuenta la relación de la causa y el efecto de éste por el deseo de Dios, y ante la debilidad de análisis de las dos teorías, determinismo e indeterminismo, explica perfectamente los actos voluntarios del ser humano.
La frase “no determinismo ni indeterminismo, sino la posición intermedia” es el contenido de numeras narraciones transmitidas de los Inmaculados Imâmes (a.s.) al criticar dos teorías incorrectas, el determinismo e indeterminismo. Y en realidad es una enseñanza independiente y exacta que explica correctamente los actos facultativos de los seres humanos.[1] La discusión del determinismo e indeterminismo y de la posición intermedia es uno de los debates complicados y difíciles teológicos, filosóficos y morales, que su entendimiento demanda de más reflexión. Como introducción es necesario evidenciar la definición del significado de los vocablos, para después iniciar la discusión principal.
“Yabr” , significa que el ser humano en sus actos y conducta se vea forzado y no cuente con voluntad propia. Explicado en otra manera: los actos de los siervos son atribuidos a Dios Todopoderoso.[2] Pero la voluntad que se encuentra frente al yabr (determinismo) y es mejor llamarla tafwîdz (libertad)[3], es bajo este significado: una criatura viva –por ejemplo el ser humano– tiene una situación en la que él mismo es el origen de la realización o suspensión de los actos, y a través de la sabiduría y del deseo, así como de su propia determinación realiza o deja de realizar un acto. Y ningún otro factor inclusive Dios influye en la realización o suspensión del acto. Explicado de otra manera y según la creencia que sostienen los Mutazila, el siervo en sus actos es completamente independiente el único influyente y la causa completa, y la relación del acto voluntario con Dios Todopoderoso está suspendida.[4]
Los teólogos Ashari refieren el acto de los seres humanos a Dios Todopoderoso, en tal forma que los hombres al igual que los cuerpos sólidos no tienen ninguna libertad para decidir ni voluntad propia, y este es el significado de la teoría del determinismo en su Escuela. Pero la teoría de los shiítas siguiendo a los Inmaculados Imâmes (a.s.) es que el determinismo no tiene la posibilidad de analizar exactamente los actos de los seres humanos, ni tampoco el indeterminismo, sino que el análisis exacto de los actos de los seres humanos, es un sendero entre el determinismo y la voluntad. El ser humano en la realización de un acto y dejar de realizarlo tiene voluntad y poder, pero este poder y voluntad se lo otorgó Dios, y el poder humano no niega el poder Divino. En otras palabras, un grupo negó el deseo y la voluntad del ser humano (deterministas) y otro grupo negó el deseo de Dios (indeterministas), pero en nuestra opinión el deseo, la voluntad y el poder del ser humano se encuentran paralelos al Deseo y Poder Divino.
Tal vez exponiendo un ejemplo pueda clarificarse más este asunto. Supongan que alguien educa a un niño desde su infancia, y le prepara todas las comodidades y posibilidades para estudiar. Cuando este niño llega a la edad en que quiere casarse, este hombre le da a su hija en matrimonio, le da una casa y un trabajo conveniente para él, y le dice que mientras esté vivo lo proveerá de lo necesario para vivir y lo protegerá bajo la condición de que viva bajo su tutoría. Si decimos que este joven en esta forma de vida no juega ningún papel y todos sus bienes y gastos y casa que le fueron otorgados pertenecen a ese hombre benevolente, nos hemos vueltos partidarios de la teoría del determinismo. Y si decimos que ese hombre benevolente con su otorgamiento renunció a su posesión y ha sido destituido de lo que poseía, y el yerno es el que dirige todo y es el dueño absoluto, tendimos hacia la teoría del indeterminismo. Pero si decimos que ese hombre y el yerno los dos son dueños, sin embargo en tal forma que el hombre ocupa la jerarquía de la tutoría y tiene autoridad, es propietario de la casa, poseedor de los bienes y de las riquezas, y el yerno ocupa la jerarquía de aquel que tiene permiso para utilizar y beneficiarse de todo esto, así como de interferir en los límites de la propiedad del hombre bondadoso, en este caso tendimos hacia la posición intermedia, y aceptamos que la voluntad y la posesión del yerno se encuentran paralelas a la posesión del hombre benevolente, y esta voluntad nunca destituye al dueño principal de la posesión ni del derecho a decidir.
Es evidente que la teoría de la posición intermedia es mucho más exacta que este ejemplo pueda ser comparado con ésta, ya que la explicación de la profundidad de este asunto necesita de introducciones filosóficas. Pero en forma sucinta se expone que la existencia de cada criatura y fenómeno es un rayo de la jerarquía y existencia de Dios, y en el mundo no existe ninguna partícula a menos que se encuentre bajo el rayo de la luz Divina. En esta manera cualquier acto, acción y efecto realizado por las criaturas es un acto y un efecto de Dios, Glorificado sea. Entonces tal y como la existencia, los estados, los sentimientos y las especialidades del ser humano pertenecen a Dios, los actos, las acciones, las labores y sus efectos también efectivamente están relacionados con Dios. Reflexionando en estas palabras se evidencia que las dos teorías, determinismo e indeterminismo son incorrectas. Ya que al mismo tiempo que el ser humano realmente existe y la existencia realmente le fue atribuida a él, en esa misma forma su existencia está relacionada con Dios y el tomó la existencia de Dios Puro otorgador de la existencia. En esta forma los actos y las acciones realizados por los seres humanos, real y verdaderamente son los actos, las acciones y las labores de Él, y por esta razón son atribuidos a Dios, ya que toda la existencia pertenece a Él, todos los estados y efectos existenciales de él –tales como sus actos voluntarios– dependen de Dios.
Por lo tanto, los actos facultativos del ser humano –por ser verdaderos no figurativos– se relacionan con el mismo ser humano, y en una forma de verdad se relacionan con Dios. Se relacionan con el ser humano ya que estos actos se realizan en base a su poder y deseo, y bajo la influencia de la resolución y determinación definitiva, y de su elección. Y está relacionado con Dios ya que la existencia del ser humano y todos los efectos de su existencia, por ejemplo sus actos, son efecto de Dios y dependen de Él.[5]
Entonces la posición intermedia significa que mientras el acto está referido al ser humano, está referido también a la Esencia de Dios Todopoderoso. Pero el deseo y la voluntad del ser humano no se contradice al Deseo Divino como para asociarse a este Deseo, sino que se encentra paralelo a éste. Esto es el deseo, la voluntad y el poder del ser humano es uno de los detalles y partes de la causa completa de los actos voluntarios de él. Por lo tanto el ser humano no está obligado, ya que el criterio de la voluntad, o sea el poder y el deseo existen en él, y al mismo tiempo él no es libre para decidir en forma absoluta, ya que en sus manos no se encuentran los preparativos para la realización de la voluntad del acto. Y esto mismo es el significado de una posición intermedia la cual domina sobre todos los actos que realiza el ser humano.[6] Entonces la enseñanza, de la posición intermedia, comprueba la voluntad del se humano tomando en cuenta la relación de la causa y el efecto de éste por el deseo de Dios, y ante la debilidad de análisis de las dos teorías, determinismo e indeterminismo, explica perfectamente los actos voluntarios del ser humano.
Sin duda existe una voluntad para nosotros / No puedes negar una sensación visible
Jamás puedes ordenar a una piedra que vuele / Quien busca en el barro fidelidad…
Nadie puede decir a la piedra ¡por qué tardaste! / O al palo reprocharle ¿por qué pegaste?...
Orden, negación, coraje, respeto, reproche / No es otro más que el libre albedrío o alma pura…
Dentro de nosotros existe una voluntad invisible / Cuando vio dos asuntos encontró un exceso
Los maestros educan a los niños / ¿Cuándo educarán a una piedra?
¿Haz dicho alguna vez a una piedra que venga mañana? / Si no vienes te regañaré
¿Cuál inteligente le pega a un pedazo de barro? / ¿Puede alguien echarle la culpa a una piedra?
Se presenta la elección de hacer o no hacer / Ordenar y prohibir y las aventuras y los discursos
El que para mañana digas hago esto o hago lo otro / No es otro más que el libre albedrío o alma pura…
Ahí donde te arrepentiste por haber obrado mal / Fuiste guiado por esa tu voluntad.[7]
[1]– Recurir a: Bihâr Al-Anwâr, t.5, p.2-84, cap. primero y segundo de los capítulos de La Justicia.
[2]– Al-Yaryânî Al-Saîìed ‘Alî Ibn Muhammad, At-Tarîfât, investigación al margen del Dr.’Abdu Al-Rahmân ‘Umaîrah, p.106, ‘Ulâm Al-Kutub, Beirut 1407; Saÿÿâdî Saîîed Ÿa’far, Enciclopedia de las ciencias intelectuales, p.189.
[3]– La libertad de decisión para poder realizar o no realizar un acto que se encuentra ante nosotros, y este es uno de los medios del poder. “El que digas hago esto o hago lo otro / No es otro más que el libre albedrío o alma pura…”, con las causas firmes de la filosofía comprueba la voluntad del ser humano y enseña la posición intermedia de estar obligado a explicarlo. Pero la teoría de tafwîdz (libertad) expuesta por los Mutazila está programada para comprobar la voluntad absoluta para los seres humanos en tal forma que se suspende la relación del acto con Dios.
[4]– Enciclopedia de las ciencias intelectuales, p.37.
[5]– Recurrir a: Prof. Ÿa’far Subhânî, Yabr wa Ijtiar, ‘Alî Rabbânî Golpaîgânî, p.286-291; Sa’îdî Mihr Muhammad, Instrucción de teología Islámica, t.1, p.358-359.
[6]– Tabâtabâî Muhammad Husaîn, Fundamentos de la Filosofía y el método del Realismo, t.3, p.161-174.
[7]– Moulawî, Maznawî ye- Ma’nawî, vol. V.