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A pesar de que algunas verdades pueden verse en las religiones que actualmente existen en el mundo, pero la forma completa de la verdad, que es el monoteísmo verdadero, sólo puede verse en el Islam. La causa más importante para comprobar esta pretensión es la falta de un documento acreditado y la existencia de alteraciones y contradicciones intelectuales en los textos religiosos de esas religiones. Frente a éstas se encuentran la no alteración del Corán, la existencia de documentos acreditados, historia confirmada, la perfección de la religión del Islam y la armonización de sus enseñanzas con la razón sensata.
Para evidenciar la respuesta deberán analizarse asuntos tales como: las razones insuficientes de las demás religiones existentes en el mundo actual, las razones legítimas y la superioridad de la religión del Islam y otras.
A) Las razones insuficientes de las religiones existentes en el mundo (fuera del Islam)
Antes de mencionar las razones insuficientes de las demás religiones existentes en el mundo, recordamos dos puntos.
Primer punto: nuestro propósito no es decir que todo lo que existe en las religiones actuales, sea falso, y no pueda encontrarse ninguna palabra verdadera en ellas, sino que nuestro propósito es que en las religiones actuales existen asuntos que no pueden ser aceptados, y estas religiones no pueden expresar la verdad en forma completa.
Segundo punto: en este corto análisis indicaremos partes de las insuficiencias de las dos religiones importantes actuales, es decir la religión cristiana y la judía, evidenciando el valor y crédito de las demás religiones que desde la perspectiva de la aceptabilidad y validación de estas dos religiones, las demás religiones se encuentran en un grado inferior.
Las razones que comprueban que la religión cristiana hoy día no puede ser una religión completa, son las siguientes:
1. El Nuevo Testamento no es consecutivo y carece de un documento fiable definitivo que lo respalde. Jesús (a.s.) pertenecía a los Hijos de Israel y su lengua era el hebreo y se presentó como Profeta en la Ciudad Santa. La gente ahí era también hebrea y no convirtieron su fe a la de Jesús (a.s.), con excepción de unos cuantos que no tenemos noticias de quienes fueron. Algunas personas de la gente de la Ciudad Santa que sabían el griego, se dirigieron a Asia Menor en donde hicieron propaganda invitando a la gente hacia la religión de Jesús (a.s.) y escribieron libros en griego. En esos libros insertaron asuntos y a la gente de Grecia y Roma dijeron que Jesús (a.s.) dijo esto e hizo aquello. Los que habían visto al Profeta Jesús (a.s.) y habían sido testigos de sus actos y dichos, conocían su lengua se encontraban en Palestina y no habían aceptado a Jesús como Profeta, y los relatos registrados en griego los consideraron ficticios, y aquellos que aceptaron estos libros y narraciones fue la gente de lugares alejados que no habían visto la Ciudad Santa ni tampoco al Profeta Jesús (a.s.), y desconocían su idioma. Entonces no existía obstáculo para los escritores escribiesen lo que quisiesen, por lo tanto, si las narraciones que registraron en los Evangelios hubiesen sido mentira, la gente no contaba con pruebas para desaprobarlos.
Por ejemplo en el Evangelio de Mateo se encuentra que, cuando el Profeta Jesús (a.s.) nació algunos zoroastras del oriente llegaron y preguntaron: “¿Dónde se encuentra ese rey judío que acaba de nacer? Nosotros vimos su estrella en el oriente”. Los palestinos no mostraron a Jesús. Repentinamente los viajeros vieron esa misma estrella nuevamente en movimiento hasta que llegó sobre esa casa en la que se encontraba Jesús (a.s.) y se detuvo, y ellos entendieron que ahí se encontraba. Una narración así que definitivamente es falsa fue registrada en el Evangelio y no temían ser difamados, puesto que no lo escribieron en la lengua hebrea para la gente de la Ciudad Santa, sino que lo escribieron para extranjeros y en el extranjero se podían vanagloriar. Tenemos la certeza de que ningún astrólogo cree que con el nacimiento de cualquier persona aparezca una estrella y camine sobre ella. Esta teoría no la admiten los zoroastras ni tampoco los que no lo son. También decimos que los cristianos en la antigüedad mantenían diferentes opiniones respecto a la crucifixión de Jesús (a.s.). En algunos Evangelios habían escrito que Jesús (a.s.) básicamente no había sido crucificado, aunque si alguien es crucificado en una ciudad no queda oculto por la exagerada atención que pone la gente en estos asuntos. En especial cuando son colgados y crucificados. Pero puesto que los autores de los Evangelios fueron escritos para extranjeros y en lengua extranjera, y esos extranjeros no se encontraban en la Ciudad Santa como para conocer la verdad de si Jesús (a.s.) fue crucificado o no, los autores de los Evangelios gozando de completa libertad escribieron lo que quisieron, sin temer. Trescientos años después de la llegada de Jesús (a.s.) formaron una junta y los sabios cristianos consultaron para ver como podían nulificar estos asuntos, su voto fue elegir cuatro de entre todos los Evangelios y considerar correcto su texto, y los demás Evangelios que eran numerosos considerarlos falsos y desecharon en sus libros el que Jesús (a.s.) no fue crucificado, considerando la crucifixión de Jesús (a.s.) como oficial.[1]
2. La segunda causa respecto a las insuficiencias de la religión cristiana es la existencia de asuntos numerosos contradictorios y alterados en los Evangelios actuales. Para más información el interesado puede recurrir al libro “El camino hacia la felicidad” del gran sabio Shi’rânî[2] y “Declaración de la verdad” de Fâdil Hindî, y “El Corán y los otros Libros Celestiales” del mártir Hâshimî Niyâd.
3. La tercer causa, la incompatibilidad de algunas creencias cristianas con los fundamentos de la lógica y el intelecto. Por ejemplo el que creen que Dios Hijo se manifestó en la forma de un ser humano, acepta para sí los pecados de la humanidad y soportando el gran sufrimiento de la cruz, paga la multa de los pecados. En el Evangelio de Juan leemos: “¡Así amó Dios al mundo! Le dio al Hijo Único, para que quien cree en él no se pierda, sino que tenga una vida eterna. Dios no envió al Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvar al mundo, gracias a él”.[3]
Respecto a la religión judía también existen estas mismas dificultades, puesto que primero: la Tora está compuesta por 3 ejemplares:
1. La versión hebrea que ante los judíos y los sabios protestantes es acreditada.
2. La versión semitas que ante los semitas (otra tribu de lo israelitas) es acreditadas.
3. La versión griega que los sabios cristianos, no protestantes, la consideran acreditada.
El ejemplar de los semitas consta sólo de los 5 libros (Pentateuco) de Moisés (a.s.) y el libro de Josué y el de Los Jueces, y los demás libros del Antiguo Testamento no los considera acreditados. El tiempo entre la creación de Adán (a.s.) y el Diluvio de Noé (a.s.) en el primer ejemplar está registrado 1656 años, en el segundo 1307 años y en el tercero 1362 años. Entonces las tres versiones no pueden ser correctas, sino que una deberá ser correcta y acreditada, pero no es claro cuál de éstas.[4]
Segundo: En la Tora existen también asuntos que el intelecto humano los rechaza.
Por ejemplo, en la Tora Dios ha sido presentado en forma de un ser humano que camina, canta, miente y engaña; puesto que dijo a Adán (a.s.) que morirá si come del árbol de la bondades y maldades, pero Adán y Eva comieron de ese árbol y no sólo no murieron sino que se familiarizaron con lo bueno y lo malo.[5] O el suceso cuando Dios lucha contra Jacob registrado en la Tora.[6]
B) Las causas de la veracidad y superioridad del Islam
1. El milagro de la religión del Islam es que está vivo y es eterno; como el milagro principal de esta religión es el “Corán” que es un libro, es lógica y es sabiduría –contario al milagro de los Profetas (a.s.) anteriores que fue de tipo de asuntos sensoriales–, por ello siempre está vivo y se apoya en sí mismo, y no depende de la presencia ni de la vida especial del Profeta del Islam (s.a.w.). Por lo tanto el milagro del Islam es eterno e inmortal.
Además de que al anunciar el reto y desafío cada momento anuncia a los seres del mundo su existencia y eternidad. «Si dudáis de lo que hemos revelado a Nuestro siervo, traed una sura semejante…».[7]
2. El que el Corán no ha sido alterado; es decir ningún cambio ha sido provocado en él.
Además de la promesa de Dios que dijo: «somos Nosotros sus custodios»[8], el Profeta (s.a.w.) en persona ponía una atención especial en la protección exacta de este Libro Sagrado: Primero, a un grupo conocido como los escribas de la revelación ordenaba que escribieran las aleyas y las suras. Segundo, estimulaba fuertemente a los Compañeros Cercanos y a los seguidores para memorizar el Corán. Así fue como un gran número, en la época del Profeta (s.a.w.), fueron famosos como los memorizadores del Corán. Tercero: animaba a que recitaran; es decir recitar perfectamente las palabras con sus particularidades verbales y correcta recitación, no sólo leerlas y entender su significado.[9]
Estos factores provocaron que el Corán quedase protegido del daño de la alteración.
3. El tercer camino para comprobar la veracidad del Islam, es prestar atención en el asunto de que el Muhammad (s.a.w.) es el sello de la Profecía; siendo que en los textos religiosos del Islam[10] se recalca que el Profeta (s.a.w.) es el último Enviado de Dios, y después de él no vendrá Profeta alguno.
En todas las sociedades humanas las últimas instrucciones de un administrador y jefe son colocadas como el criterio para cumplir volviéndose obligatoria su realización. Al llegar las nuevas instrucciones las anteriores automáticamente son anuladas.
En los textos religiosos de las demás religiones no menciona que su Profeta (a.s.) fuese el último Enviado de Dios, sino que en una forma anunciaron el surgimiento del Profeta del Islam a sus seguidores[11], es decir en una forma anunciaron su temporalidad.
4. El cuarto asunto que debe tomarse en cuenta es el asunto de la perfección del Islam, que el Islam desde diversas y numerosas perspectivas espirituales y psíquicas, individuales y sociales, materiales e inmateriales, la vida del ser humano tiene enseñanzas. Para entender mejor la perfección y superioridad de los entendimientos religiosos del Islam habrá que realizar un estudio y una comparación entre el contenido de los conceptos de los Textos Sagrados del Islam y el contenido de las demás religiones. En este caso podrá manifestarse y evidenciarse la superioridad y perfección de las enseñanzas religiosas del Islam en los asuntos doctrinales, monoteísmo y atributos de Dios, así como en la moral individual y social, en el derecho, la economía, la política, el gobierno y otros.
5. El quinto punto; entre las religiones existentes en el mundo actual, la única religión que tiene una historia vivía y acreditada, es el Islam, en la que los historiadores registraron inclusive los detalles de la infancia del Profeta (s.a.w.), mientras que las demás religiones carecen de un documento fiable histórico. Por ello algunos de los intelectuales occidentales dudan, inclusive respecto a la existencia del Profeta Jesús (a.s.). Y si el Corán de nosotros los musulmanes no hubiese mencionado al Profeta Jesús (a.s.) y demás Profetas (a.s.) tal vez la religión cristiana y judía, así como sus Profetas (a.s.) no hubiesen encontrado un oficialismo ni propagación en las sociedades humanas.[12]
[1]– Shi’rânî Abû Al-Hasan, El camino hacia la felicidad, pp.187-188, 197-221.
[2]– Ídem.
[3]– El Nuevo Testamento, Juan 3,16-17.
[4]– El camino hacia la felicidad, pp.206 y 207.
[5]– Antiguo Testamento, Génesis, capítulos 2 y 3.
[6]– Ídem, capítulo 32,25.
[7]– Sagrado Corán 2:23.
[8]– Sagrado Corán 15:9.
[9]– El camino hacia la felicidad, pp.22, 24, 25, 215.
[10]– Sagrado Corán 33:40; Sahîh Bujârî, t.4, p.250.
[11]– El camino hacia la felicidad, pp.226-241; El Nuevo Testamento, Juan, 14,17.
[12]– Murtidâ Prof. Mártir, Colección de las obras, t.16, p.44.