Para explicar el asunto es necesario mencionar algunos puntos.

1. El significado de “pacto”.

2. El rango que ocupaba el Profeta (s.a.w.) en la sociedad islámica,

3. Las narraciones que se han transmitido de Ahl Bayt (a.s.) respecto a la necesidad de conocer al Imam (a.s.).

Uno. El significado de “pacto”: Algunos dijeron que mubâîa’ah se deriva de la raíz “baîa’” (compraventa) fue así que cuando querían pactar con el Profeta (s.a.w.) o con el Imâm (a.s.) para enfatizar en este asunto tomaban la mano de éste, que este acto se asemejaba a un acto de vendedor y comprador que en el momento de la transacción se daban la mano como muestra de acuerdo. Pero en la costumbre baîa’t corresponde a: “Pacto con el Profeta (s.a.w.) o con el Imam Inmaculados (a.s.) en tal forma que obedezca sus órdenes en todos los asuntos y no tenga ninguna diferencia de opinión con él.[1]

Dos. Un pacto (baîa’t) necesita de dos partes una de ellas el seguidor y la otra el que es seguido (Mensajero o Imam), y considerando que el Profeta es líder e Imam, y Dios dice: “Muhammad no es el padre de ninguno de vuestros hombres, sino el Mensajero de Dios y el Sello de los profetas. Y Dios es Quien mejor conoce todas las cosas”.[2] En base a esto es por lo que se pacta con el Profeta, y no el que él pacta con alguien: “En verdad, quienes te juran lealtad, a Dios le juran lealtad. La mano de Dios está sobre sus manos. Así pues, quien rompe su juramento lo rompe en su propio detrimento y a quien es fiel a la promesa que ha hecho a Dios, Él pronto le otorgará una enorme recompensa”.[3] Y así también Dios dice: “Ciertamente, Dios quedó satisfecho de los creyentes cuando te juraron lealtad bajo el árbol, pues sabía lo que había en sus corazones (de fe y sinceridad). Por ello, hizo descender la tranquilidad sobre ellos y les favoreció con una victoria cercana”.[4]

Tres. Lo dicho confirma las narraciones que nos llegaron de las fuentes shías: “Aquel que muera y no conozca al Imam de su época murió como alguien en la era de la ignorancia”.[5] Entonces es evidente que en el propósito de estas narraciones no es suficiente con conocer sólo al Imam, sino que es seguirlo y andar por el mismo sendero del Profeta y del Imam.

En conclusión esta narración, no incluye al propio Profeta (s.a.w.) ya que con él se realiza el pacto y él no es el que pacta.

Pero respecto a colocar a un sucesor para después de él se ha comprobado con un argumento definitivo que el Profeta (s.a.w.) eligió a ‘Alî (a.s.) como su sucesor, tema que discutimos antes en preguntas similares. Para obtener más información puede recurrir a los Índices: “El Imamato de ‘Alî (a.s.) en el sermón de Gadîr, preg.no.6822 (pág.web 6909)”, “Opinión de los sabios sunitas respecto al asunto de Gadîr Jum, preg.no.6889”, “Tercera aleya de la Sura Al-Mā’ida [5], (الیوم اکملت لکم دینکم) –Hoy les completé su religión, y el suceso de Gadir, preg.no.7445 (pág.web 8258”, “Presentación de un argumento por parte del Imam ‘Alî (a.s.) para el derecho de su califato, preg.no.3021 (pág.web 3657)”, “Indicación del Imamato del Imam ‘Alî (a.s.) en el Nahÿul Balâgah, preg.no.6437 (pág.web 6650)” y “Imamato de Hadrat ‘Alî (a.s.), preg.no.7277 (pág.web 7554)” que existen en este mismo sitio internético.