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La celebración de ceremonias y homenajes religiosas aunque tienen fundamentos y bases generales, pero ahí donde la legislación sagrada del Islam no opinó respecto a la forma de su celebración, la regla es que se realice según lo habitual, la costumbre y la tradición de cada tribu y región. Explicado de otra manera aquello que es aceptado y enfatizado por la religión es hacer duelo para el Imâm Husaîn (a.s.), pero la forma de su realización fue otorgada a la gente. Por ello la celebración de festividades o de duelos en las diversas regiones y ambientes es diferente, y hasta donde esta costumbre y hábito no se contradiga con las generalidades de la ley islámica es también aceptada por el Islam.
En todas las religiones existen ceremonias y homenajes para respetar los rituales, propósitos, ideales y valores de esa escuela. En la religión islámica y en especial en la Escuela Shi’íta también existen esas ceremonias. Dios en el Corán pide la celebración de sus signos y este buen acto lo considera como originado de la piedad y dice: «…Y quien sea reverente con los ritos establecidos por Dios... Pues proceden del temor de Dios que tienen los corazones ».[1]
Entonces celebrar los homenajes es uno de los asuntos agradables y aceptados, pero es evidente que cada tribu y nación tienen sus costumbres y hábitos especiales en la forma de llevar a cabo estos homenajes. Estos hábitos mientras no se opongan con el Islam y con los mandatos islámicos no tienen inconveniente y son aceptados por la religión del Islam. Como por ejemplo la celebración de la ceremonia de duelo para el Imâm Husaîn (a.s.), llorar y hacer llorar en estos duelos es de los asuntos que se enfatizaron fuertemente en la Escuela Shi’íta.[2] Pero la forma de duelo y el homenaje a este suceso importante es diferente entre los diversos países y las diversas culturas. Inclusive en las ciudades de Irán la celebración de estas costumbres no son exactamente iguales. Sino que cada región por sí tiene costumbres especiales. Lo que en este tipo de ceremonias ocupa el primer lugar de importancia, es el homenaje en memoria del nombre del Imâm Husaîn (a.s.), y en segundo lugar la forma de la ceremonia deberá también coincidir con los fundamentos y las órdenes islámicas. En Irán desde la antigüedad era costumbre que se llevaran a cabo reuniones y la gente, grupo tras grupo, salía a las calles para hacer duelo. Este método fue también aceptado por los sabios. Como el Imâm Jomeiní (que en paz descanse) dijo: “Debemos proteger estas tradiciones islámicas, proteger a estos grupos islámicos que en Ashûrâ, en los meses de Muharram y Safar en las ocasiones que demanda las realicen. Enfatizamos que las ejecuten cada día más”.[3] El difunto Shaîj Tûsî transmite una narración del Imâm As-Sâdiq (a.s.) que muestra como las mujeres descendientes de Fátima Zahra (a.s.) hacían duelo en su época. El Imâm (a.s.) dijo: “Las mujeres que eran fatimitas rompían sus vestidos y se pegaban en sus mejillas”. El Imâm (a.s.) esta tradición fatimita la confirma a través de esta frase: “Esto debe hacerse para aquellos que son como Husaîn”.[4]
Desafortunadamente habrá que decir que en esto ocurrieron alteraciones o actos contrarios a la ley canónica por parte de un grupo de ignorantes, mientras que los sabios conscientes ante este tipo de asuntos determinaron su posición y evidenciaron las obligaciones de todos. Por ejemplo pegarse con la espada en la cabeza y otros, era un medio para mostrar devoción, pero según lo conveniente para el mundo islámico el Imâm Jomeiní (que en paz descanse) al principio de la revolución dijo: “En la situación actual no se peguen con la espada”. Y el Aîatul.lah Jumeneî dijo: “Pegarse con la espada en forma pública y en una manifestación es prohibido”.[5]
En conclusión existen diferencias en la realización de las ceremonias religiosas –en los casos que la ley canónica no nos explica como deben realizarse y dio libertad a la gente en este asunto–[6], como consecuencia de las diferencias culturales, las costumbres y los hábitos de las diversas sociedades y esto es un asunto completamente natural y aceptable.
[1]– Sagrado Corán 22:32.
[2]– Maqtal Muqarram, p.96.
[3]– Muhadizî Ÿawâd, La cultura de Ashûrah, p.341 según lo registrado en Sahîfah Nûr, t.15, p.2041.
[4]– Maqtal Muqarram, p.97; Tahdhîb, t.2, p.283.
[5]– La cultura de Ashûrâ, pp.386- 387.
[6]– Contrario a algunos cultos tales como la oración y otros, que la sagrada ley canónica islámica expuso la forma y manera de llevarla a cabo y a nadie permitió que realizara la oración según el idioma, la costumbre y el hábito de su región especial.