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Respecto al propósito de la aleya:
"وَ لَوْ أَنَّ قُرْآناً سُیِّرَتْ بِهِ الْجِبالُ أَوْ قُطِّعَتْ بِهِ الْأَرْضُ…".
“Y [no creerían] aunque con este Corán caminaran las montañas o se partiera en pedazos la Tierra…“, los exegetas del Corán han presentado dos opiniones:
1. El significado de la aleya es este que si hubiese un libro en el mundo que al ser leído pudiese poner en movimiento a las montañas y las hiciese caminar por la tierra, o que pudiese dividir en pedazos a la tierra, o a través de él pudiesen hablar los muertos, este libro debería ser el Corán, puesto que el Corán es superior a todos los Libros Celestiales.
2. El segundo punto de vista sostiene que esta aleya es en respuesta a la protesta a los incrédulos de la Meca y en contestación a ellos al pedir un milagro al Mensajero de Dios (s.a.w.), e indica que ellos fueron personas porfiadas y enemigos obstinados que a través del Corán las montañas se pusiesen en movimiento, tal y como ellos lo solicitaron y también como una bendición del Corán la tierra se abriese y de ella brotasen manantiales de agua, o como consecuencia del Corán los muertos hablaran y a ti (Profeta) te confirmaran, aún así los incrédulos de la Meca no tendrían fe.
Parece ser que antes de explicar el significado y la interpretación de la aleya
"وَ لَوْ أَنَّ قُرْآناً سُیِّرَتْ بِهِ الْجِبالُ أَوْ قُطِّعَتْ بِهِ الْأَرْضُ…".
“Y [no creerían] aunque con este Corán caminaran las montañas o se partiera en pedazos la Tierra o hablasen los muertos (no podría ser otro más que este Corán). Pero a Dios pertenecen todos los asuntos“[1], considerar el motivo de su revelación puede ayudarnos al entendimiento y mejor conocimiento de su significado. Por ello primero examinamos el motivo de la revelación de esta aleya.
Algunos de los exegetas dijeron que esta aleya fue descendida en respuesta a un grupo de incrédulos de la Meca, tales como Abu Ÿahl y ‘Abul.lah Ibn Abî ‘Umaîîah y a sus seguidores que se encontraban sentados en la parte posterior de la Ka’bah y al Mensajero de Dios (s.a.w.) lo llamaron hacia ellos. Dijeron: “Tu pretendes ser el mensajero de Dios, y que este Corán es un libro descendido por Él. Si desea que te sigamos a ti y a este tu Corán quita las montañas de la Meca para que se ensanche nuestra tierra, estrecha y limitada. Luego abre la tierra y haz que fluyan los manantiales y ríos en este lugar para que plantemos árboles y podamos cosechar”. Continuaron: “Según tú no eres menos que David (a.s.), a quien Dios le permitió conquistar las montañas, las cuales se unieron a él y los dos juntos adoraban a Dios. O haz que dominemos sobre el viento, nos montemos en él y nos lleve a Shâm para resolver nuestros problemas, consigamos lo que necesitamos y ese mismo día regresemos, tal y como el viento estaba a disposición de Salomón. Según tú no eres menos que Salomón, entonces revive a tu ancestro Qusai Ibn Kilab Ibn Murrah, o cualquier otro de nuestros muertos para que le preguntemos si acaso lo que dices es verdad o mentira, puesto que Jesús (a.s.) revivía a los muertos, y tú ante Dios no eres menos que Jesús. Muéstranos estos milagros para que te creamos y tengamos fe”. Entonces fue revelada esta aleya (“Y [no creerían] aunque con este Corán caminaran…”).[2]
Por lo tanto la aleya que estamos analizando es respecto a los idólatras que ante el mensaje del Profeta del Islam y ante sus milagros se mostraban obstinados y tercos, presentando excusas como las excusas de los Hijos de Israel. Aquí fue cuando esta aleya descendió al Mensajero de Dios (s.a.w.).
Después de mencionar el motivo del descenso de la aleya analizaremos su propósito. Respecto al propósito de esta aleya los exegetas presentaron dos opiniones.
1. El significado de la aleya es este que si hubiese un libro en el mundo que al ser leído pudiese poner en movimiento a las montañas y las hiciese caminar por la tierra, o que pudiese dividir en pedazos a la tierra, o a través de él pudiesen hablar los muertos, este libro debería ser el Corán, puesto que el Corán es superior a todos los Libros Celestiales.
2. El segundo punto de vista sostiene que esta aleya es en respuesta a la protesta a los incrédulos de la Meca y en contestación a ellos al pedir un milagro al Mensajero de Dios (s.a.w.), e indica que ellos fueron personas porfiadas y enemigos obstinados que si a través del Corán las montañas se pusiesen en movimiento, tal y como ellos lo solicitaron y también como una bendición del Corán la tierra se abriese y de ella brotasen manantiales de agua, o como consecuencia del Corán los muertos hablaran y a ti (Profeta) te confirmaran, aún así los incrédulos de la Meca no tendrían fe.[3]
Tabarsî transmitió de Zuÿâÿ: “Aquello que imagino y algunos también han dicho es que el significado de esta aleya es, si fuese revelado un Corán con estas características, es decir, ponga a las montañas en movimiento y… de cualquier manera ellos no tendrían fe. Como consecuencia de esta aleya:
"وَ لَوْ أَنَّنا نَزَّلْنا إِلَیهِمُ الْمَلائِکَةَ وَ کَلَّمَهُمُ الْمَوْتى وَ حَشَرْنا عَلَیهِمْ کُلَّ شَیءٍ قُبُلًا ما کانُوا لِیؤْمِنُوا"
“Aunque Nosotros hubiésemos hecho que descendieran sobre ellos los ángeles y que les hablasen los muertos y les hubiésemos enviado todas las cosas una tras otra, no habrían creído”.[4]-[5]
Por lo tanto, esta aleya quiere decir que, ustedes (incrédulos) no buscan la verdad, y si lo hiciesen en esa misma medida en que fueron mostrados los signos de los milagros por este Profeta (s.a.w.) hubiese sido suficiente para creer, y estas son puras excusas.
En la interpretación de la última frase de la aleya, es decir: "بَلْ لِلَّهِ الْأَمْرُ جَمِیعاً" –“sino que a Dios pertenecen todos los asuntos”, debemos decir que significa: no es así que Dios Sublime no tenga poder sobre otros milagros fuera del Corán, todos los asuntos brotan de Su sabiduría y conocimiento. Tal vez el propósito sea, ya que Dios Sublime sabía que ellos no tendrían fe, fue por ello que no les presentó otros milagros, para que no se viesen atrapados por los castigos del mundo, ya que si el Mensajero (s.a..w) hubiese realizado aquello que le solicitaban y luego no le hubiesen creía, se hubiesen vistos atrapados por los castigos del mundo.[6]
El autor de Maÿma’ Al-Baîân en la interpretación de: "بَلْ لِلَّهِ الْأَمْرُ جَمِیعاً" –“sino que a Dios pertenecen todos los asuntos”, dice, todos los asuntos mencionados ya sea poner en movimiento las montañas, abrir la tierra, resucitar a los muertos y demás actos importantes se realizan por orden de Dios y se encuentran en Su poder, puesto que fuera de Él nadie es poseedor de un poder así; al mismo tiempo Él no realiza estos actos, ya que las aleyas que reveló, son suficientes y persuaden a los que son justos.[7]
[1]– Ar-Ra‘ad [13:31].
[2]– Recurrir a: Amîn Seyede Nusrat, La fuente de la mística en la interpretación del Corán, t.7, pp.42-43; Exegesis Nemunah, t.10, pp.220-221.
[3]– Al-Ĥašr, [59:21].
"لَوْ أَنْزَلْنا هذَا الْقُرْآنَ عَلى جَبَلٍ لَرَأَیْتَهُ خاشِعاً مُتَصَدِّعاً مِنْ خَشْیَةِ اللَّهِ"
“Si hiciera descender este Corán sobre una montaña, la verías humillarse y desmoronarse por temor a Dios…”.
[4]– Al-An‘ām [6:111].
[5]– Maÿma’ Al-Baîân fi Tafsîr Al-Qurân, t.6, p.451.
[6]– La fuente de la mística en la interpretación del Corán, t.7, pp.42-43.
[7]– Tabarsî, Maÿma’ Al-Baîân fî Tafsîr Al-Qurân, t.6, p.451.