La descensión del auxilio divino para ayudar al Imam Husaîn (a.s.)

En algunas de las fuentes narrativas respecto a la ayuda y el auxilio Divino a través de los genios y de los ángeles al Imam Husaîn (a.s.) se mencionaron narraciones de los Inmaculados Imames (a.s.) que hablan directamente sobre este asunto. Por ejemplo, el Shaij Mufid según un documento crediticio en el cual se respalda menciona del Imam Sâdiq (a.s.) este asunto que, cuando el Imam Husaîn (a.s.) salió de Medina un grupo de ángeles se presentó ante este honorable para proponerle su ayuda, y un grupo de genios musulmanes y shías se presentó para ayudarlo, pero este honorable en respuesta a los genios dijo: “Dios os otorgue una buena recompensa, yo soy responsable de mis actos y el lugar y el momento de mi asesinato también están determinados”. Los genios dijeron: “Si no fuese por su orden, mataríamos a todos sus enemigos”. Husaîn (a.s.) respondió: “Nosotros somos más aptos para este acto, pero no lo hacemos para que aquellos que se desvían hayan escuchado el ultimátum, y aquellos que aceptan el sendero recto lo hagan conscientes y con razón evidente”.[1] Así también el Imam Sâdiq (a.s.) dijo haber escuchado a su padre decir: “Cuando el Imam Husaîn (a.s.) se enfrentó con ‘Umar Ibn Sa’d y comenzó la batalla, Dios hizo descender su auxilio hasta el grado que sobre la cabeza de Husaîn (a.s.) se dejo ver una sombra, entonces el Imam (a.s.) tuvo que decidir entre la victoria ante los enemigos y entre reunirse con su Creador. El eligió reunirse con su Creador”.[2]

Así también en algunas narraciones se ha dicho que un grupo de ángeles se presentó para ayudar al Imam Husaîn (a.s.). La primera vez no se le permitió luchar, pero la segunda vez llegó cuando el Imam Husaîn (a.s.) había sido martirizado. Parecida a esta narración está registrada otra narración del Imam Sâdiq (a.s.) que dice: “Cuatro mil ángeles descendieron para luchar junto al Imam Husaîn (a.s.), pero no les fue permitido hacerlo. Nuevamente pidieron permiso a Dios y descendieron, esta vez fue cuando el Imam Husaîn (a.s.) había sido martirizado…”.[3]

En conclusión una cuestión así existe en las narraciones y es correcta, y ningún erudito ni sabio religioso lo ha refutado, puesto que no se contradice con las creencias y los conocimientos islámicos. Claro está ya antes también había existido la ayuda de los ángeles y genios o de cualquier otra cosa por parte de Dios para los Profetas (a.s.). En el Sagrado Corán Dios dice a su Profeta (s.a.): “(Recordad) Cuando pedisteis ayuda a vuestro Señor (por la intensa perturbación en el campo de Batalla de Badr) y Él os respondió (y dijo): «Os reforzaré con mil ángeles, (que descenderán) uno tras otro».”[4] O como cuando auxiliaron a los musulmanes en la Batalla de la Zanja y en otras ocasiones, estas ayudas fueron a través de los ángeles y genios, pero esta ayuda no fue prestada al Imam Husaîn (a.s.) como consecuencia de los beneficios que se mencionan.

¿Por qué el Imam Husaîn (a.s.) no aceptó la ayuda de los genios ni de los ángeles?

En respuesta puede decirse que puede ser por las siguientes causas por las que el Imam Husaîn (a.s.) rechazó esta ayuda y auxilio:

1. Considerando la situación política que en esa época existía por parte de Mu’awiiah y Yazid, y bajo el nombre de “religión” realizaron actos que en realidad estaban en contra de la religión, y así también se había vuelto difícil distinguir entre la verdad y lo falso, el único sendero que podía nuevamente propagar y revivir la religión de Dios era el martirio del Imam Husaîn (a.s.), de sus hijos y compañeros cercanos. [5]

2. Lo que se entiende de las narraciones y por lo que indican a este respecto, el martirio fue algo predestinado para este honorable, y el que se realizó el propósito principal del Imam (a.s.) que fue la misma reforma de la comunidad del Profeta (s.a.w.). [6]

3. El Imam Husaîn (a.s.) consideraba al martirio como la muerte más bella y valiosa. Este asunto fue mencionado en el sermón que pronunció en la Meca cuando se disponía a dirigirse hacia Iraq: “El embellecimiento de la muerte para los hijos de Adán se asemeja al collar que embellece los cuellos de las jóvenes”.[7] Es decir la muerte no es una imposición ni es a la fuerza, sino que es un collar y atavío, ¿por qué la persona no cuelga de su cuello este collar y atavío en el sendero de Dios? Y la muerte en el sendero de la religión para el Imam Husaîn (a.s.) fue deliciosa y en su paladar fue miel.[8] Y el martirio no es un defecto como para aceptar ayuda de los ángeles, sino que es perfección al igual que el Profeta Abraham (a.s.) consideraba al martirio como perfección, no temió quemarse en el fuego ni tampoco pidió ayuda a Gabriel, aunque constantemente recordaba a Dios, lo llamaba e imploraba Su ayuda. [9] 

4. Para el Imam Husaîn (a.s.) en esas condiciones el encuentro Divino y visitar a los Profetas (a.s.) era más importante que permanecer en este mundo. El estaba deseoso de encontrarse con sus ancestros. Tal y como dijo a continuación de ese sermón pronunciado en la Meca: “Mi inclinación y gran deseo de visitar a mis antepasados se asemeja al gran deseo de Jacobo de encontrarse con José”.[10] 

5. El Imam Husaîn (a.s.) no quiso usar milagros ni prodigios, mientras que sin duda este honorable tenía el poder para derrotar a los enemigos a través de milagros y prodigios, y del poder de tutoría que Dios le había otorgado, e inclusive no tenía la necesidad de la ayuda de los ángeles ni los genios. Pero utilizar el milagro y el prodigio se contradecía con aquellos (el Imam y sus compañeros) que estaban comisionados a actuar visiblemente. El valor y la jerarquía del Imam Husaîn (a.s.) que posee un alto rango entre los musulmanes y también entre los buscadores de la justicia y libertad, es porque actuó en base a los asuntos normales, aparentes y naturales. El que el Imam (a.s.) llevase a su familia a una batalla desigual y luego su cautiverio y el insulto al Imam Husaîn (a.s.), provocó que el levantamiento del Imam (a.s.) permaneciese y fuese entero. ¿Acaso el Imam Husaîn (a.s.) no podía terminar con Yazid sin sublevarse y utilizando el milagro?