En esta relación habrá que considerar que el propósito de la aleya no es que Dios como consecuencia de una equivocación del ser humano le asigne un demonio inseparable. Dios en esta aleya dice:

"وَ مَنْ يَعْشُ عَنْ ذِكْرِ الرَّحْمنِ نُقَيِّضْ لَهُ شَيْطاناً فَهُوَ لَهُ قَرين‏"

“Y a quien esté ciego al recuerdo del Clementísimo le asignaremos un demonio que será su compañero permanente”.[1] El propósito de "ذکر" (dhikr-recuerdo) en esta aleya es el Corán.[2] Por lo tanto el significado de la aleya es que, aquél que dé la espalda al recuerdo de Dios, a las órdenes y mandatos del Corán y no los practique, un demonio lo acompañará. El Imam ‘Alî (a.s.) en la interpretación de esta aleya dijo: “Aquel que se contamine del pecado, dará la espalda a Dios. Y quien no obedezca a aquel que Dios ordenó seguir, será asignado un demonio para él que lo acompañará constantemente”.[3]

Considerando esta interpretación del Imam ‘Alî (a.s.) es evidente que el alejamiento del recuerdo de Dios no es sólo una equivocación como para que el acompañamiento del Demonio se contradiga con la Misericordia de Dios. Sino que este asunto se le presenta al ser humano después de un largo tiempo y de haber realizado innumerables pecados.

En la obra de Exegesis Nemunah, en explicación a esta aleya dice lo siguiente:

Ahí donde en las aleyas anteriores se habló de la inclinación a lo mundano, donde todo lo evalúan sobre normas materiales, las aleyas que estamos debatiendo hablan de uno de los efectos mortales del apego al mundo que es el olvido de Dios. Dice: “Y a quien esté ciego (dio la espalda[4]) al recuerdo del Clementísimo le asignaremos un demonio que (dominará sobre él y) será su compañero permanente”.

En efecto olvidar llamar a Dios, ahogarse en los placeres del mundo y amar sus destellos, provoca que el Demonio domine al ser humano, lo acompañe siempre, le coloque un collar en el cuello y “lo jale hacia donde él desea”. Es evidente que no cabe el que alguien suponga que en esta aleya existe opresión, ya que éste es el resultado de los actos realizados por la misma persona, en especial el sumergirse en los placeres del mundo y contaminarse de diversos pecados que el primer efecto que tiene es que son corridos los velos del corazón, los oídos y los ojos del ser humano, separándolo de Dios y haciéndolo que los demonios dominen sobre él. Y continúe así hasta donde en ocasiones el sendero del regreso le es cerrado, ya que los demonios y los pensamientos demoniacos lo dominan desde todas las perspectivas, y este es el resultado de los actos del mismo ser humano, aunque también es correcto atribuirlo a Dios bajo el nombre del “Autor de las causas”. Esto es eso mismo que otras aleyas del Corán explican bajo el nombre de “los embellecimientos de Satanás”, «فَزَيَّنَ لَهُمُ الشَّيْطانُ أَعْمالَهُمْ» –“…pero Satanás les embelleció su [mal] comportamiento…”[5] o la tutoría de Satanás, «فَهُوَ وَلِيُّهُمُ الْيَوْمَ» –“…y hoy él es su amigo y protector”.[6]

Es importante poner atención en que el vocablo " نُقَيِّضْ" (le asignaremos) considerando su significado lingüístico, indica tanto el dominio de los demonios como también su compañía. Así también después de éste vocablo le sigue la frase “será su compañero permanente” para enfatizar este significado que los demonios nunca se separan de personas como ésta. La interpretación de "رحمان" (Clementísimo) es una delicada indicación de cómo ellos pudieron dar la espalda a Dios que Su clemencia general llega a todos, y lo olvidan.

¿Acaso personas como ésta pueden tener un destino fuera de ser compañeros de los demonios y obedecer las órdenes de estos?

Implícitamente algunos exegetas dieron la posibilidad de que los “demonios” en esta aleya tienen un significado muy amplio que incluso incluye también a los demonios humanos, y lo consideraron como una indicación a “directores y jefes del desvío” que dominan sobre aquellos que olvidaron a Dios y los acompañan, y esta amplitud es posible.[7]