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Cuando el Faraón se enteró de la fe de Asiya repetidas veces le prohibió e insistió que dejara de seguir la religión de Moisés (a.s.) y abandonara al Dios de Moisés. Pero esta dama resistente nunca obedeció las peticiones del Faraón. Finalmente el Faraón ordenó que clavaran sus pies y manos, la colocarán sobre la tierra bajo los ardientes rayos del Sol, luego colocarán una gran piedra sobre su pecho hasta que alcanzó el martirio.
La tumba de la honorable Asiya (s.) se encuentra en Egipto. Según una investigación en las fuentes históricas que se encuentran a nuestra disposición no hallamos nada respecto a la edad en que falleció
En las fuentes islámicas, contrario a las palabras de las Escrituras Sagradas, la honorable María (s.) mientras Jesús (a.s.) estuvo en vida –a la edad de los 51 o 63 años– falleció y el Profeta Jesús (a.s.) le dio el baño completo.[i] La tumba de María (s.) se encuentra en la Casa Sagrada (Jerusalén).
Considerando la pregunta que fue realizada en dos partes, la respuesta la presentamos también en dos partes.
A. La virgen María (s.)
La biografía de la honorable María (s.) no es muy clara y no puede opinarse respecto a los detalles de su vida.
Según lo que dicen directamente las Escrituras Sagradas, la honorable María (s.) vivió hasta tiempo después de que Jesús (a.s.) murió y fue testigo de cómo su hijo fue crucificado.[1] Pero en las fuentes islámicas, contrario a las palabras de las Escrituras Sagradas la honorable María (s.) falleció cuando Jesús (a.s.) aun estaba vivo, y el Profeta Jesús (a.s.) le dio el baño completo del muerto[2] y la tumba de María (s.) se encuentra en la Casa Sagrada (Jerusalén).[3]
Existen diferentes opiniones acerca de la edad que tenía María (s.) cuando falleció. Algunos registraron que tenía 51 años[4] y otros también 63 años[5]. Pero respecto a la forma en que falleció no existe una narración correcta.[6]
B. La honorable Asiya (s.)
Cuando Asiya esposa del Faraón observó el milagro de Moisés (a.s.) ante los hechiceros el día en que rivalizaron, lo más profundo de su alma se ilumino de la luz de la fe y desde ese momento tuvo fe en Moisés (a.s.). Ella constantemente ocultaba su fe pero la fe y el amor hacia Dios no es algo que pueda quedar oculto para siempre. Cuando el Faraón se enteró de su fe repetidas veces le prohibió, e insistió que dejara de seguir la religión de Moisés (a.s.) y abandonara al Dios de Moisés. Pero esta dama resistente nunca obedeció las órdenes del Faraón.
Finalmente el Faraón ordenó que clavaran sus pies y manos, la colocarán sobre la tierra bajo los ardientes rayos del Sol, luego pusieran una gran piedra sobre su pecho hasta que llegó alcanzó el martirio. Cuando pasaba los últimos momentos de su vida suplicó de la siguiente manera: “¡Señor mío! Constrúyeme una morada junto a Ti en el Jardín y sálvame del Faraón y sus obras y sálvame de la gente opresora”.[7] Dios también aceptó la súplica de esta mujer creyente devota, y la colocó junto a las mejores mujeres del mundo tales como María (s.).[8]
La tumba de la honorable Asiya (s.) se encuentra en Egipto.[9] Según una investigación en las fuentes históricas que se encuentran a nuestra disposición no hallamos nada respecto a la edad en que falleció.
Para más información respecto a algunos aspectos de la personalidad de la Virgen María (s.) y de la honorable Asiya (s.) estudie los siguientes índices:
1. “Las Señoras entre las mujeres del mundo Fátima y María (s.)”, preg.no.24020, (pág.web fa13472).
2. “La honorable Zaynab y las mujeres sobresalientes del mundo”, preg.no.3718, (pág.web 4369).
3. “La jerarquía de la honorable María (s.)”, preg.no.15854, (pág.web es15531).
[1]– Biblia de Juan, 19,25.
[2]– Kâfî, t.1, p.459, h.4; Bihâr Al-Anwâr, .43, p.206.
[3]– Ibn Al-Faqîh Abû ‘Abdul.lah Ahmad Ibn Muhammad Ibn Ishâq, Al-Bildân, p.146.
[4]– Ibn Azîr, Alkâmil fi Al-Târîj, t.1, p.307.
[5]– Nâsij Al-Tavârîj, tomo del Profeta Jesús (a.s.), p.113, según el CD “پرسمان”.
[6]– Por ejemplo dijeron “La virgen María el día que se dirigió al desierto ya cansada durmió en las faldas de una montaña y murió. Dios envió a las huríes celestiales para que le dieran el baño completo y colocaron una tela blanca sobre ella. Jesús (a.s.) fue en busca de su madre, la encontró dormida y tapada con una tela blanca, no quiso despertarla y durante un tiempo caminó a su alrededor. Cuando llegó el momento de la oración y de romper el ayuno de su madre, y pasó su tiempo, poco a poco comenzó a llamarla y no recibió contestación. Se le acercó y la llamó más fuerte, no recibió contestación. Hasta que corrió la tela y se percató que su madre había fallecido. Triste y llorando cargó a su madre y la llevó a la Casa Sagrada donde la enterró”. ‘Imâdzâdeh Husayn, La historia de los Profetas o Las historias del Corán desde Adán hasta el último Profeta. Mientras que parte de esta narración se contradice con la narración que dice directamente que el Profeta Jesús (a.s.) dio el baño completo a su madre.
[7]– At-Taĥrīm [66:11].
[8]– Bihâr Al-Anwâr, .13, pp.164-165; Al-Kâmil fi Al-Târij, t.1, pp.183-185.
[9]– Îâqût Hamawî Shahâb Al-Dîn Abû ‘Abdul.lah Îaqût Ibn ‘Abdul.lah, Mu’aÿim Al-Baldân, t.5, p.142.