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Uno de los dictámenes en la Peregrinación Mayor (Hayy) y Menor (‘Umrah), es la prohibición de la caza en estado de “ihram” (estado de consagración ritual) que las aleyas 94 a 96 de la Sura Al-Mā’ida [5] indica el asunto de la prohibición de la caza de animales terrestres y del mar en estado de “ihram”. Antes de mencionar el significado de transgresión y violación debemos decir que la filosofía de la prohibición de la caza en estado de ihram es esta que la Peregrinación Mayor y Menor son de los cultos que alejan al ser humano del mundo material y lo hacen llegar a un ambiente colmado de espiritualidad. En las ceremonias del Hayy y de la ‘Umrah es colocado a un lado por completo todo lo perteneciente a la vida material, guerras y disputas, enemistades, deseos sexuales y placeres materiales, y el ser humano comienza a realizar un ascetismo legal Divino. Parece ser como si la prohibición de la caza en estado de ihram es también con este mismo propósito.[1] Este dictamen fue establecido en una forma tan exacta que no sólo la caza de animales, sino que también fue prohibido ayudar e incluso mostrar una presa al cazador. Tal y como podemos verlo en la narración transmitida del Imam Sâdiq (a.s.) que dijo a uno de sus seguidores: “Nunca consideres permitido cazar en estado de ihram, sea dentro del Haram o fuera de éste. Así tampoco tienes derecho a cazar dentro del Haram aunque no estés en estado de ihram, tampoco muestres la presa a una persona en estado de ihram o a alguien que no lo esté, para que la cace, incluso no la indiques (no ordenes su caza), como para que a través de ti considere permitida la caza; ya que este acto provoca el pago de expiación para la persona que realizó este acto a propósito”.[2]
Por lo tanto el propósito de “فَمَنِ اعْتَدَى” –“quien tras esto viole” es que cualquiera después de este dictamen (prohibición de la caza) viole la orden Divina y cace, se verá atrapado por un doloroso castigo. Por ello la causa del castigo será esta falta y desobediencia de lo ordenado por Dios. Y el propósito de castigo será el castigo del Infierno en la otra Vida”.[3] Entonces insistir en el pecado y repetirlo es muy peligroso y como resultado tiene un castigo muy fuerte.
[1]– Recurrir a: Makârim Shîrâzî, Nâsir, Exegesis Nemunah, t.5, pp.88-89.
[2]– Hurr ‘Amilî, Wasâ’il Al-Shi’ah, t.5, p.75.
"عَنْ أَبِي عَبْدِ اللَّهِ ع قَالَ لَا تَسْتَحِلَّنَّ شَيْئاً مِنَ الصَّيْدِ وَ أَنْتَ حَرَامٌ وَ لَا وَ أَنْتَ حَلَالٌ فِي الْحَرَمِ وَ لَا تَدُلَّنَّ عَلَيْهِ مُحِلًّا وَ لَا مُحْرِماً فَيَصْطَادُوهُ وَ لَا تُشِرْ إِلَيْهِ فَيُسْتَحَلَّ مِنْ أَجْلِكَ فَإِنَّ فِيهِ فِدَاءً لِمَنْ تَعَمَّدَهُ".
[3]– Râwandî Qutb Al-Dîn, Fiqh Al-Qurân fi Sharh Âîât Al-Ahkâm, t.1, p.306.